Le tengo rabia al silencio,
por lo mucho que perdí.
Que no se quede callado,
quien quiera vivir feliz.
Un día monté a caballo
y en la selva me metí
y sentí que un gran silencio
crecía dentro de mí.
Hay silencio en mi guitarra,
cuando canto el yaraví
y lo mejor de mi canto
se queda dentro de mí.
Cuando el amor me hizo señas,
todo entero me encendí
y a fuerza de ser callado,
callado me consumí.
Le tengo rabia al silencio,
por lo mucho que perdí.
Que no se quede callado,
quien quiera vivir feliz.
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