martes, 23 de agosto de 2016

El rancho de Alberto Merlo.


Tengo un rancho de totoras
ataperao´ por el tiempo,

tirao´ a un lao´ de la güeya
que lleva a Carmen de Areco.

De adobe son las paredes,

de adobe son los cimientos,
de tala son los horcones
y las cumbreras del techo.

Como no tuve paja...

pa' terminar el alero
me faltó entre otras cosas
las ganas de hacerlo y tiempo.

Cazé un puñao de ilusiones

me agencié de algunos sueños
los mesturé con suspiros
y se lo puse de alero.

Y pa que no me lo arranque,

el viento de los recuerdos,
lo afirmé con cuatro cifras
con estilos y con cielos.

Ansí levante mi rancho,

ansí lo puse derecho
a un costao de la güeya
que lleva a Carmen de Areco.

En él no me sobra nada

pero no me falta un cuero.
Tengo güen horno, fogón,
catre, pa dos tengo hecho.

Porque nunca me ha faltao

a quien arrimar los güesos.
Privilegio de los zonzos
que somos cortos de genio.

Varias cabezas de vaca

tengo pa hacerme de asiento
y en las paredes: cencerro,
bolas, lazos, cabrestos,
encimeras y peguales
forman tuito el ornamento.

Y en un rincón, dormida

hasta que no la despierto,
tengo una gaucha guitarra
que es pavada de estrumento.

No bien le pego un rasguido

parece que tiene dentro:
cien zorzales encerraos
que se dispiertan riyendo
y que juyen por sus notas
cara al sol y pecho al viento.

De cuando en cuando uno de ellos

se para en el clavijero
pa leer la cinta bordada
que una morocha le ha puesto
y dice "Dolores Funes"
¡Ajaja!...quien me ha robao el sueño.

Todo eso tengo en mi rancho

y algo más ¡qué ni me acuerdo!
En él son bien recibidos
amigos y forasteros.

Los primeros por ser tales,

los segundos por aquello
de que en el rancho de un criollo
a naides le falta un cuero
ande tirarse una noche,
un pedazo de asao tierno
o un goyete a que prenderse
si no mezquina el garguero.

Si pasa por él mi amigo

ahah apeesé sin recelos
va a entra al rancho de un criollo
más servicial que un yesquero.

Es un rancho pobretón

pero adentro hay un entero.
Lo hallarán al lao de la güeya
que lleva a Carmen de Areco.

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