viernes, 17 de febrero de 2017

MOMENTO MUSICAL: "Es preferible reír que llorar" de PERET. UN CANTO A LA VIDA Y AL OPTIMISMO DE PERET.

Es preferible... reír que llorar
y así la vida se debe tomar,
los ratos buenos hay que aprovechar,
si fueron malos mejor olvidar.

Y si la chaqueta me queda corta,
no me preocupa, voy a la moda.
Y si un abrigo no tengo yo,
aunque haga frio, siento calor.

Y es preferible... , reír que llorar
y así la vida se debe tomar,
los ratos buenos hay que aprovechar,
si fueron malos mejor olvidar.
Mira, mirar al mundo con alegría,
tratarnos todos con simpatía,
porque la vida volando pasa,
dejar lo malo para mañana.

Y es preferible... , reír que llorar
y así la vida se debe tomar,
los ratos buenos hay que aprovechar,
si fueron malos mejor olvidar.

Y si tengo un duro, yo me lo gasto,
si no lo tengo, voy y lo gano.
Si calabatas, me da una chica,
al verme solo, me da la risa.

Y es preferible..., reír que llorar
y así la vida se debe tomar,
los ratos buenos hay que aprovechar,
si fueron malos mejor olvidar.
Mira, mirar al mundo con alegría,
tratarnos todos con simpatía,
porque la vida volando pasa,
dejar lo malo para mañana.

miércoles, 15 de febrero de 2017

Aguafuerte - Rubén Darío (cuento).

De una casa cercana salía un ruido metálico y acompasado. En un recinto estrecho, entre paredes llenas de hollín, negras, muy negras, trabajaban unos hombres en la forja. Uno movía el fuelle que resoplaba, haciendo crepitar el carbón, lanzando torbellinos de chispas y llamas como lenguas pálidas, áureas, azulejas, resplandecientes. Al brillo del fuego en que se enrojecían largas barras de hierro, se miraban los rostros de los obreros con un reflejo trémulo. Tres yunques ensamblados en toscas armazones resistían el batir de los machos que aplastaban el metal candente, haciendo saltar una lluvia enrojecida. Los forjadores vestían camisas de lana de cuellos abiertos y largos delantales de cuero. Acanzábaseles a ver el pescuezo gordo y el principio del pecho velludo, y salían de las mangas holgadas los brazos gigantescos, donde, como en los de Anteo, parecían los músculos redondas piedras de las que deslavan y pulen los torrentes. En aquella negrura de caverna, al resplandor de las llamaradas, tenían tallas de cíclopes. A un lado, una ventanilla dejaba pasar apenas un haz de rayos de sol. A la entrada de la forja, como en un marco oscuro, una muchacha blanca comía uvas. Y sobre aquel fondo de hollín y de carbón, sus hombros delicados y tersos que estaban desnudos hacían resaltar su bello color de lis, con un casi imperceptible tono dorado.

martes, 14 de febrero de 2017

Saboreando - Escrita por:Pedro Pubill Calaf conocido como Peret.


Saboreando, saboreando,
saboreando, saboreando,
saboreando, saboreando,

saboreando, saboreando.

Yo conozco una chiquilla que quiere de corazón,
Para irse con el novio se tiró por el balcón.
Saboreando, sa, saboreando,
saboreando, sa, sa, saboreando.

El portero de mi casa dice que ya no trabajo,
que le pregunte a su hija cuando la tengo debajo.
Ay, saboreando, sa, saboreando,
saboreando, sa, sa, saboreando,
saboreando, sa, sa, saboreando,
cuando la tengo saboreando.

Los besos que tú me das, te juro que no los siento.
Tú me besas en la oreja y soy sordo de nacimiento.
Saboreando, sa, saboreando,
saboreando, sa, sa, saboreando.

Y el día que yo me muera que nadie me mande flores,
que me traigan hierbabuena que alegra y que alegra los corazones, Alégrate, saboreando,
saboreando, sa, sa, saboreando,
saboreando, sa, saboreando,
saboreando, sa, sa, saboreando.

Saboreando, sa, saboreando,
saboreando, sa, sa, saboreando,
saboreando, sa, saboreando,
saboreando, sa, sa, saboreando,
saboreando ...

Saboreando ...

Saboreando, sa, saboreando,
sa, saboreando, sa, saboreando.

Saboreando ...
Saboreando ...
Saboreando ...
Saboreando ...
Saboreando ...

domingo, 12 de febrero de 2017

A Sabicas de Joaquín Sabina y Pedro Guerra.


Ese gitano de faca y sombrero,
esa vitola de rey en lo suyo,
esos arcanos de tonadillero,
ese remanso en mitad del barullo.


Ese que pisa quintas avenidas
con los caireles de un dios en barbecho,
sin la quincalla de las despedidas,
con los papeles que nunca le han hecho.



Ese despecho de etrusco de Marte,
ese bastón para andar por derecho,
ese pedrusco en el dedo meñique.



Ese que guarda el secreto del arte,
en la botica más jonda del pecho,
ese Sabicas tocándole a Enrique.


jueves, 9 de febrero de 2017

Un día... Alfonsina Storni.


Andas por esos mundos como yo; no me digas
que no existes, existes, nos hemos de encontrar;
no nos conoceremos, disfrazados y torpes
por los caminos echaremos a andar.

No nos conoceremos, distantes uno de otro
sentirás mis suspiros y te oiré suspirar.
¿Dónde estará la boca, la boca que suspira?
Diremos, el camino volviendo a desandar.

Quizá nos encontremos frente a frente algún día,
quizá nuestros disfraces nos logremos quitar.
Y ahora me pregunto... cuando ocurra, si ocurre,
¿sabré yo de suspiros, sabrás tú suspirar?