domingo, 5 de agosto de 2012

EL LOCO DE LA AMETRALLADORA por Mariano Giammona.

EL LOCO DE LA AMETRALLADORA.


Poco contaba papá de su vida en Italia. Cuando lo hacía, normalmente eran cosas triviales, generalmente alegres y  referidas a su vida de muchacho inquieto haciendo travesuras en el puerto o en los campos cercanos al poblado. Solo se le ponían los ojos brillosos cuando nos contaba de la guerra. Siempre lo mismo y lo hacía sin cambiar ni una palabra,  como si fuera un verso aprendido de memoria.
Había sido soldado en la segunda guerra mundial, y antes que apagáramos la estufa, haciendo girar el contenido de su copa de coñac, y oliendo su aroma comenzaba su relato:
“Era una noche de invierno. El enemigo estaba muy cerca. Nos mandaron a mí y a Pietro a hacer un reconocimiento. Estábamos camuflados, cada uno con su casco, cada uno con su ametralladora, los dos muertos de frío y yo muy asustado. Pietro también. Cuando terminábamos de cruzar un claro, escuchamos un fuerte estampido e inmediatamente sentí en mi brazo izquierdo un fuego y un ardor  muy fuerte seguido de un gran dolor. Mi ametralladora cayó al suelo… Enfrente como a  veinte metros vimos la figura de un soldado enemigo con su pistola todavía humeante.
Rápido como un rayo Pietro puso rodilla en tierra y comenzó a disparar: “pa.pa.pa.pa.pa…. pa.pa.pa.pa,,”   “pa.pa.pa.pa.pa…. pa.pa.pa.pa,,”.
Pietro me tomó del brazo sano y me gritó: “ Salvemos la vida… a la trinchera, rápido!!” “Vamos… vamos”, no se de donde sacó fuerzas, pero como si fuera un trapo me arrastró con  él. Sentimos ruido de motores… Pietro se asomó y volvió a disparar como un loco,  “pa.pa.pa.pa.pa…. pa.pa.pa.pa,,”   “pa.pa.pa.pa.pa…. pa.pa.pa.pa,,”,     mientras apuntaba  a un auto descapotable con dos oficiales contrarios, a la par que  gritaba con todas sus fuerzas… “ MUERE ASQUEROSO ENEMIGO”  MUERE”… Nunca más lo vi,… me desperté en el hospital de campaña… después terminó la guerra y  me vine a la Argentina,…  no se si salvó su vida,… no tuve nunca mas noticias de él…”

Pasaron muchos años, yo me había transferido de mi ciudad natal a un pueblo del Alto Valle del Río Negro. Me había hecho amigo de Rafael, -el peluquero del barrio-.
La calle, como todas, salvo la principal, era de tierra y  contra la  vereda corría una acequia.  Ahí viene el “loco de la ametralladora me dijo”. Fijate lo que hace cuando llegue a la esquina.
A lo lejos se veía venir a un hombre delgado, de cara afilada y desprolija barba, parecía de unos ochenta años. Estaba montado en una bicicleta de mujer que tenía detrás del asiento un portaequipaje con un resorte para fijar la carga.   Allí llevaba una rama, y sobre ésta un viejo y abollado  colador de pastas.
En la esquina estaba  la parte mas honda de la acequia,
Por la época del año no corrían aguas por ella.
En cuanto cruzó la bocacalle, se tiró bruscamente de la  bici, tomó la rama y poniendo rodilla en tierra,  apuntaba con ella a la nada comenzando  a hacer sonidos con su boca… “ratatata….ratatata,,” mientras movía el palo de derecha a izquierda…. Se paró  apresuradamente. Tomó la bicicleta del manubrio,  y tirando con fuerza la miró fijamente  y le gritó::  ….. “ Salvemos la vida… a la trinchera, rápido!!” “Vamos… vamos”, y se zambulló junto a ella en la acequia de la esquina…
Lo vimos asomar  con algo brilloso en la cabeza. Afinando la vista vi que se había puesto  el colador a modo de casco..  Cautelosamente sacó la punta del palo  y siguió con sus ruidos. “ratatata….ratatata,,” “ratatata….ratatata,,” “ratatata….ratatata,,”     mientras le  apuntaba  al taxi del pueblo a la par que  gritaba con todas sus fuerzas… 
“ MUERE ASQUEROSO ENEMIGO”…  MUERE”……


Este cuento, basado en una persona real que vivió en Villa Regina, fue premiado por editorial Dunken y publicado en diciembre de 2011 en la Antología "Acaso la Vida" compilado por María Rosa Mutti.
Publicado por el Diario "El Globo de Villa Regina" el lunes 2 de julio de 2012.


Mariano Giammona: nacido en la Ciudad de La Plata. Es Contado Público, Lic. en Economía y Doctorado en Ciencias Económicas de la Universidad de La Plata.Es un rionegrino por adopción y sentimiento que se radicó en la Ciudad de Villa Regina en el año 1973 que la hizo propia. Desde 1996 reside en Viedma (Capital de la Provincia de Río Negro).
Ahora dedicado a escribir. Ya presentó su primer libro que es una biografía novelada "La Sirena de Vapor" que lo entusiamaron en incursionar en los cuentos cortos. Enhorabuena.
 
 
Correo electrónico para quienes desean contactarse con el autor:
mgiammona2002@hotmail.com

2 comentarios:

Unknown dijo...

Le aseguro que estoy con lágrimas en los ojos. Mi papá nos contaba una historia similar respecto de un hombre que vivió en Guernica. Demasiado igual, parece mentira haberlo leído de esta manera.
Es tan cruel la guerra que, en algunos casos, la muerte habría sido más piadosa. A veces, el cuerpo queda solo, sin uno que se va.

Unknown dijo...

Le aseguro que estoy con lágrimas en los ojos. Mi papá nos contaba una historia similar respecto de un hombre que vivió en Guernica. Demasiado igual, parece mentira haberlo leído de esta manera.
Es tan cruel la guerra que, en algunos casos, la muerte habría sido más piadosa. A veces, el cuerpo queda solo, sin uno que se va.
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