un día jueves o, si no, un domingo,
en el bulín que está, si no le chingo,
cerca del Rin, el Paraná o el Tajo.
Espicharé a la gurda y no me rajo:
quizás tendré una cacharpaya en gringo
y allí el Jorge y el John, el Paul y el Ringo
tocarán... si andan flojos de trabajo.
Será un velorio piola, tendrá gancho...
Alguien dirá:"Fue un punto divertido".
Alguien también me llorará a lo chancho.
Y alguien, que llegará sin hacer ruido,
silenciará a los Beatles, lo más pancho.
Y yo me iré con él. Con el Olvido.
El cantautor mendocino Jorge Marziali, que había cumplido 70
años el 19 de febrero último, falleció de un infarto en Cuba después de
presentarse en el Festival del Caribe, mientras visitaba la tumba de Ernesto
"Che" Guevara en el mausoleo que guarda los restos del
revolucionario, en la ciudad de Santa Clara el sábado 8 de Julio. Marziali se
encontraba en compañía de su mujer, Marita Londra, cantora entrerriana, y del
actor cordobés José Luis Serrano (Doña Jovita).
El viernes, entre aplausos, había terminado su actuación en
Santiago con su canción "El niño de la estrella", dedicada al “Che”
Guevara, ante un público fervoroso y justamente falleció ante la tumba de uno
de los principales líderes de la Revolución Cubana.
Con "El niño de la estrella", ganó el primer
premio para el rubro "Canción" en el certamen organizado por la
Federación Universitaria Argentina (FUA) y la Multisectorial de Apoyo a Cuba,
sobre el tema "30 años de la muerte del Che Guevara".
Jorge Marziali empezó a andar camino en la música argentina
desde mucho antes de su primer recordado disco "Como un gran viento que
sopla", aparecido en el ´83.
Marziali fue autor de obras como "Cebollita y
huevo", "Los obreros de Morón", "Este Manuel que yo
canto", "Coplas a la libertad", "El Cuchi
musiqueador", "El niño de la estrella", "La Sixto
violín", "Cuando Perón era Cangallo", "Así hablaba don
Jauretche" entre muchas otras; muchos de esos temas fueron, algo así, como himnos
que allá por los ’80 le pusieron letra y música a la apertura democrática y que
con el tiempo se convirtieron en clásicos de peñas y guitarreadas. Abordó todos
los géneros del folclore, rescatando ritmos menos difundidos como la refalosa o
la polca.
Autor: Jorge Marziali
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