jueves, 5 de abril de 2018

Abrir la puerta - Edgar Bayley.

Abrir la puerta.

Me pregunto
y es una pregunta inmoral
si servirá de algo abrir esa puerta
que da al patio
a la tierra
al viento del mundo
a los pasos de la gente
me pregunto
si servirá de algo escribir
a estas horas de la noche
en el silencio de mi habitación
con la puerta cerrada

sería tan sencillo
me digo
abrir por fin la puerta
y asomarme y mirar
dejando que me lleven
los pasos y la sombras del camino
me pregunto si servirá de algo explicar
por qué no explico
cuando tanta palabra y confidencia
intentaron traducirme
y ponerme al descubierto

si servirá de algo abrir la puerta
me pregunto
y andar por el patio
por el mundo entre la gente
abrir de par en par la puerta
para que todo pueda cumplirse
como la hoja de un cuchillo al extremo de un puente
como la red y el roble que salvan la alegría al final del espectáculo
como el canto de las aguas y el susurro de la siesta
como la playa en sombras y el lecho infinito de los amantes reencontrados

para que todo pueda cumplirse
la luz la noche la inocencia
el nombre que pasa entre las ramas
la puerta se abrirá enteramente
se abrirá por fin la puerta
por si alguno
quiere volver a entrar o salir
o curiosear entre mis cosas
o esperarme mientras vuelvo
y si tardo y no regreso
salir al viento
y olvidarme.



Edgar Bayley (Edgar Maldonado Bayley, tal como se llamaba), nacido en Buenos Aires el 15 de diciembre de 1919 - falleció en Buenos Aires, el 12 de agosto de 1990.

Poeta, dramaturgo, ensayista, el creador del "invencionismo" ("Ningún dogma. Lo que alguna vez hemos distinguido con la palabra invencionismo constituye una incitación útil, pero prescindible.”) y del doctor Pi, criatura digna del más elevado humor negro, cuyas aventuras, donosamente escritas antes incluso de ser recopiladas en volúmenes deliciosos (por ejemplo, Vida y memoria del Dr. Pi y otras historias , 1983). Fue uno de los escritores argentinos más originales del período 1945-1970.

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