viernes, 5 de noviembre de 2021

Condolencia de un dejado de la mano de Dios de Miguel Brascó.

Cuánta subjetividad así metida tan adentro de su cuerpo
y este cuerpo tan metido en entretelas y entrecueros
y esta cosa
entregada al oscuro silencio de algún cuarto
y este cuarto tan perdido
en la soledad horizontal de las grandes propiedades
en el corazón sublime de Buenos Aires.
Cuánta subjetividad que no levantará jamás su párpado
sobre el terror de este cuerpo
que respira en la noche de Buenos Aires
el aire seco de su propia extrañeza.
Cuánta alma que es como una gota
una humedad que quiere ser bebida
por algún labio
por un labio y no otro
por un labio que la olvida
por un labio y no otro
que olvida ser un labio y está lejos.

Cuánta pasión que reclama con ahínco su contrario
para asomarse sobre el risco de la soledad
cuánto infortunio, amore mío, cuánta luz
en la sombra, sin alumbrar a nadie
y cuánto tenebroso y necesitado de esa luz.




Miguel Brascó. Nacido en la localidad de Sastre, Provincia de Santa Fe, Argentina el 14 de septiembre de 1926. Fallece en Buenos Aires, Argentina un 10 de mayo de 2014.
Fue un escritor. Publicó textos de humor y dibujos en Tía Vicenta, Adán, Claudia, Primera Plana, El Cronista, Leoplán, La Opinión.   Se desempeñaba principalmente, en los últimos años,  como especialista en vinos y comida gourmet.
Recibió el  Premio Konex 1984 en Literatura de Humor.
También fue abogado con un Posgrado de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. y periodista. Editor de las revistas Cuisines & Vins, Status, Zona de la Poesía.
Es coautor de la chamamé Santafesino de veras junto a Ariel Ramírez y del triunfo de estilo anticolonialista "La Vuelta de Obligado", con música de Alberto Merlo.


La vuelta de Obligado 
de Miguel Brascó - Alberto Merlo.
Noventa buques mercantes,
veinte de guerra,
 vienen pechando arriba
las aguas nuestras.

Veinte de guerra vienen
con sus banderas.
 ¡La pucha con los ingleses,
quién los pudiera!

¡Qué los tiró a los gringos
uni' gran siete,
navegar tantos mares,
venirse al cuete,
qué digo venirse al cuete!

A ver che Pascual Echagüe,
gobernadores.
 Que no pasen los franceses
Paraná al norte.

Angosturas del Quebracho,
de aquí no pasan.
 Pascual Echagüe los mide,
Mansilla los mata.

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