jueves, 8 de septiembre de 2022

Hermana Marica de Luis de Góngora.



Hermana Marica, 
mañana, que es fiesta, 
no irás tú a la amiga 
ni yo iré a la escuela.
Pondraste el corpiño 
y la saya buena, 
cabezón labrado, 
toca y albanega;
y a mí me podrán 
mi camisa nueva, 
sayo de palmilla, 
media de estameña;
y si hace bueno, 
traeré la montera 
que me dio la Pascua 
mi señora abuela,
y el estadal rojo 
con lo que le cuelga, 
que trajo el vecino 
cuando fue a la feria.
Iremos a misa, 
veremos la iglesia, 
daranos un cuarto 
mi tía la ollera.
Compraremos de él 
(que nadie lo sepa) 
chochos y garbanzos 
para la merienda;
y en la tardecica, 
en nuestra plazuela, 
jugaré yo al toro 
y tú a las muñecas
con las dos hermanas, 
Juana y Madalena, 
y las dos primillas, 
Marica y la tuerta;
y si quiere madre 
dar las castañetas, 
podrás tanto dello 
bailar en la puerta;
y al son del adufe 
cantará Andrehuela:
No me aprovecharon, 
madre, las hierbas;
y yo de papel 
haré una librea, 
teñida con moras 
porque bien parezca, 
y una caperuza 
con muchas almenas; 
pondré por penacho 
las dos plumas negras
del rabo del gallo, 
que acullá en la huerta 
anaranjeamos 
las Carnestolendas;
y en la caña larga 
pondré una bandera 
con dos borlas blancas 
en sus tranzaderas;
y en mi caballito 
pondré una cabeza 
de guadamecí, 
dos hilos por riendas;
y entraré en la calle 
haciendo corvetas. 
Yo, y otros del barrio, 
que son más de treinta,
jugaremos cañas 
junto a la plazuela, 
porque Barbolilla 
salga acá y nos vea;
Barbola, la hija 
de la panadera, 
la que suele darme 
tortas con manteca,
porque algunas veces 
hacemos yo y ella 
las bellaquerías 
detrás de la puerta.

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