Un domingo santiagueño
no es un domingo cualquiera,
hasta el sol viene saliendo
con ritmo de chacarera.
Cada cual tiene su dicha
con baile, empanada y vino
zapatiando en el salitre
si más caliente es más lindo.
Y arriba en la costanera
se ven parrillas humeando,
es hora que el calavera
está el incendio apagando.
Los domingos santiagueños
Dios quiera que no se pierdan
aquí le mando un suspiro
a mi tierra santiagueña.
Añoranzas de La Banda
achalitay qué hermosura
"Apalo" con sus hermanos
preparan la compostura
Qué linda noche i' pasao
soñando de que volvía
a empacharme con zapallo,
tuna fresquita y sandia.
Comieron toda la noche
vino y pastel de vizcacha
y ahora caminan firme
disimulando la macha.
Los domingos santiagueños
Dios quiera que no se pierdan
aquí le mando un suspiro
a mi tierra santiagueña.
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