YUPANQUI quiere decir:
“has de contar”, “narrarás” tal la sentencia de los Amautas en la lengua granítica del Ande.
Atahualpa Yupanqui nació como Héctor Roberto Chavero, y por siempre y para siempre, será Atahualpa Yupanqui o simplemente Don Ata.
Conocía esa lengua porque algunos de la familia la hablaban “los de la parte de Loreto, originarios de Santiago del Estero” recordaba Yupanqui.
Nació en el Campo de la Cruz, paraje cercano a la localidad de Juan Andrés de la Peña, Partido de Pergamino, provincia de Buenos Aires, el 31 de enero de 1908.
Su madre, Higinia, era de origen vasco; su padre, José Demetrio Chavero, un humilde funcionario de ferrocarril criollo, que le bastaron para afirmar al historiar sus orígenes:
“Me galopan trescientos años de América, desde que don Diego Abad Chavero llegó para abatir quebrachos y algarrobos, a hacer puentes y columnas para iglesias y capillas”.
Aniversario muerte Atahualpa Yupanqui.
Esa noche había actuado en una villa llamada Nimes, en el sur de Francia, a unos 800 kilómetros de París. Se sintió mal, se retiró, marchó hacia el hotel donde se hospedaba.
Allí murió.
Eran las 5 de la mañana, aquí en Argentina, del 23 de mayo de 1992.
A título de homenaje dejo algunos textos. Tomo sólo dos libros.
‘¿Has visto tú algo más poderoso
Que mi gran esperanza?
¿Conoces tú algo más grande
Que mi silencio?(‘Escúchame, hombre blanco’)
***
‘- ¿sabes qué esta haciendo el Luis Vilte?
-Está durmiendo junto al río.
-No. Está aprendiendo música.
El río es el maestro de los muchachos pastores,
como el viento es el maestro de los hombres que van a la cordillera’
(‘El río)
***
‘La tejedora va uniendo los hilos
y en los colores va fijando
los ocasos y las auroras de su comarca.
El hombre que se tiende sobre la tierra con la sola compañía de su poncho, se tiende sobre muchos recuerdos de la infancia, sobre las últimas consejas de su madre, sobre el adiós del Tata que se marchó por caminos definitivos, se tiende sobre la promesa de la primera novia en la montaña y sobre los dolores de la raza y las esperanzas del pueblo’
(‘El Poncho’)
***
‘Poncho de cuatro colores
Cubre su cuerpo cansado.
Sueña que es tibia la nieve,
Que son blandos los guijarros.
Que el viento le cuenta cuentos
De pastores y rebaños’(‘Indiecito dormido’)
***
‘Los dos nacieron juntos
Camino y hombre,
Un día se perdieron
Quién sabe dónde.
Se han de encontrar un día
Quién sabe dónde.
El camino más ancho.
Más hondo el hombre’(‘El guitarrero’)
***
‘En lo alto de la sierra
Me detuve a descansar.
Los ojos se me perdieron
en aquella inmensidad.
De pronto me ha preguntado
La voz de la soledad
Si andaba buscando el cielo
Y yo respondí: quizá.
El cielo está dentro de uno
Y está el infierno también.
El alma escribe sus libros
Pero ninguno los lee.
Por caminos solitarios
Yo me puse a caminar.
Por fuera nada buscaba
Pero por dentro, quizá’(‘El cielo’).
***
‘Porque no soy de estos pagos
Me acusan de forastero.
Como si fuera pecado
Vivir como vive el viento.
¿De dónde vendrán los ríos,
De dónde vendrá el sereno
Que besa los pastizales
De la llanura y el cerro?’(’El forastero’)
***
‘Tú que conoces mi pena
Vientito del Tucumán,
Llévala por esos montes,
Pero en forma de cantar.
Ayer vine y hoy me alejo
¡Destino del caminar!
En algo nos parecemos
Vientito del Tucumán’(‘El adiós)
***
‘Aires Indios’-Atahualpa Yupanqui-Ediciones Siglo XX-Buenos Aires 1981
‘Guitarra’-Atahualpa Yupanqui-Universidad Nacional San Luis-San Luis 2009.
Allí murió.
Eran las 5 de la mañana, aquí en Argentina, del 23 de mayo de 1992.
A título de homenaje dejo algunos textos. Tomo sólo dos libros.
‘¿Has visto tú algo más poderoso
Que mi gran esperanza?
¿Conoces tú algo más grande
Que mi silencio?(‘Escúchame, hombre blanco’)
***
‘- ¿sabes qué esta haciendo el Luis Vilte?
-Está durmiendo junto al río.
-No. Está aprendiendo música.
El río es el maestro de los muchachos pastores,
como el viento es el maestro de los hombres que van a la cordillera’
(‘El río)
***
‘La tejedora va uniendo los hilos
y en los colores va fijando
los ocasos y las auroras de su comarca.
El hombre que se tiende sobre la tierra con la sola compañía de su poncho, se tiende sobre muchos recuerdos de la infancia, sobre las últimas consejas de su madre, sobre el adiós del Tata que se marchó por caminos definitivos, se tiende sobre la promesa de la primera novia en la montaña y sobre los dolores de la raza y las esperanzas del pueblo’
(‘El Poncho’)
***
‘Poncho de cuatro colores
Cubre su cuerpo cansado.
Sueña que es tibia la nieve,
Que son blandos los guijarros.
Que el viento le cuenta cuentos
De pastores y rebaños’(‘Indiecito dormido’)
***
‘Los dos nacieron juntos
Camino y hombre,
Un día se perdieron
Quién sabe dónde.
Se han de encontrar un día
Quién sabe dónde.
El camino más ancho.
Más hondo el hombre’(‘El guitarrero’)
***
‘En lo alto de la sierra
Me detuve a descansar.
Los ojos se me perdieron
en aquella inmensidad.
De pronto me ha preguntado
La voz de la soledad
Si andaba buscando el cielo
Y yo respondí: quizá.
El cielo está dentro de uno
Y está el infierno también.
El alma escribe sus libros
Pero ninguno los lee.
Por caminos solitarios
Yo me puse a caminar.
Por fuera nada buscaba
Pero por dentro, quizá’(‘El cielo’).
***
‘Porque no soy de estos pagos
Me acusan de forastero.
Como si fuera pecado
Vivir como vive el viento.
¿De dónde vendrán los ríos,
De dónde vendrá el sereno
Que besa los pastizales
De la llanura y el cerro?’(’El forastero’)
***
‘Tú que conoces mi pena
Vientito del Tucumán,
Llévala por esos montes,
Pero en forma de cantar.
Ayer vine y hoy me alejo
¡Destino del caminar!
En algo nos parecemos
Vientito del Tucumán’(‘El adiós)
***
‘Aires Indios’-Atahualpa Yupanqui-Ediciones Siglo XX-Buenos Aires 1981
‘Guitarra’-Atahualpa Yupanqui-Universidad Nacional San Luis-San Luis 2009.
"Yo sé que muchos dirán que peco de atrevimiento, si largo mi pensamiento para el rumbo que ya elegí, pero siempre he sido así, galopeador contra el viento. Eso lo llevo en la sangre desde mi taratabuelo. Gente de pata en el suelo fueron mis antepasados, criollos de cuatro provincias y con indios mixturados", recita en "El payador perseguido".
2 comentarios:
¿Qué te puedo decir?
Todavía asombra y deleita leerlo a don Ata. Bello homenaje y si me permitís te dejo unos versos que publique esta semana en un blog de poemas...
"En la tarde callada
sobre la pampa amarilla
hasta las sombras hablan,
de aquel que se fue".
Después de leerlo a don Ata, lo mio es una migaja de quien no es poeta, simplemente una simple escritora de cuentos.
mariarosa
Excelente Guillermo!
Gracias!
Publicar un comentario