MI VENTANA QUE DA SOBRE LA VIDA
de Luis B.
Negreti.
Estoy en mi ventana,
y desde aquí contemplo pasar la caravana,
la eterna caravana que va como perdida
por todos los trillados caminos de la vida.
pasan dos chiquilines,
muy sucios, desgreñados, sin blusa ni botines
y pienso ante las rosas de sus caritas mustias,
que son estas criaturas dos hijos de la angustia
un mendigo ha pasado, en un palo muy grueso,
fuertemente apoyado,
y con él ha golpeado vanamente una puerta.
como nadie ha salido
el mendigo andrajoso tristemente ha seguido
arrastrando sus huesos por la calle desierta
una pareja pasa,
y pienso en dos obreros que vuelven a su casa
después de haber vendido sus santas energías
por el santo mendrugo que prolonga sus días
y una mujer de luto,
que le rinde a la muerte su sagrado tributo
ha cruzado la calle con un paso muy lento
como si fuera presa de algún gran desaliento
después, una viejita
tan triste tan callada tan magra y menudita
que al verla solamente se oprime el corazón
y pienso con tristeza
que acaso en otro tiempo triunfó por su belleza
fue la inspiradora de más de una pasión.
una costurerita
De grandes ojos negros y negra melenita
ha pasado exhibiendo como un sello fatal
la tristeza imborrable de su anémico mal
y un muchacho muy pálido
cuyos ojos brillaban sobre su rostro escuálido
cruzó ante mi ventana con aire fatalista
quizá era un poeta o acaso un anarquista
don ocho campanadas
las casas y las calles ya están iluminadas
y la noche desciende como un ave abatida
y cierro mi ventana
esta ventana mía, tan amplia y tan humana
que tiene la desgracia de dar sobre la vida.
1 comentario:
Hermoso poema que resitaba mi mamá. Gracias por compartirlo
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