viernes, 24 de junio de 2022

Volvió una noche de Alfredo Le Pera.


Volvió una noche, no la esperaba,
había en su rostro tanta ansiedá
que tuve pena de recordarle
su felonía y su crueldá.
Me dijo humilde: "Si me perdonas,
el tiempo viejo otra vez vendrá.
La primavera es nuestra vida,
verás que todo nos sonreirá"



Mentira, mentira, yo quise decirle,
las horas que pasan ya no vuelven más.
Y así mi cariño al tuyo enlazado
es sólo una mueca del viejo pasado
que ya no se puede resucitar.
Callé mi amargura y tuve piedá.
Sus ojos azules muy grandes se abrieron,
mi pena inaudita pronto comprendieron
y con una mueca de mujer vencida
me dijo: "Es la vida". Y no la vi más.



Volvió esa noche, nunca la olvido,
con la mirada triste y sin luz.
Y tuve miedo de aquel espectro
que fue locura en mi juventú.
Se fue en silencio, sin un reproche,
busqué un espejo y me quise mirar.
Había en mi frente tantos inviernos
que también ella tuvo piedá.

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