Rumbo a la tienda donde trabajaba como vendedor, un joven pasaba todos los días por delante de una casa en cuyo balcón una mujer bellísima leía un libro. La mujer jamás le dedicó una mirada. Cierta vez el joven oyó en la tienda a dos clientes que hablaban de aquella mujer. Decían que vivía sola, que era muy rica y que guardaba grandes sumas de dinero en su casa, aparte de las joyas y de la platería. Una noche el joven, armado de ganzúa y de una linterna sorda, se introdujo sigilosamente en la casa de la mujer. La mujer despertó, empezó a gritar y el joven se vio en la penosa necesidad de matarla. Huyó sin haber podido robar ni un alfiler, pero con el consuelo de que la policía no descubriría al autor del crimen. A la mañana siguiente, al entrar en la tienda, la policía lo detuvo. Azorado por la increíble sagacidad policial, confesó todo. Después se enteraría de que la mujer llevaba un diario íntimo en el que había escrito que el joven vendedor de la tienda de la esquina, buen mozo y de ojos verdes, era su amante y que esa noche la visitaría.
Marcos Héctor Denevi, conocido como Marco Denevi nacido en Sáenz Peña, provincia de Buenos Aires, un 12 de mayo de
1922.
Denevi irrumpió en la literatura cuando tenía ya más de 30
años: Rosaura a las diez gana en 1955 el Premio Kraft y la novela se convierte
de inmediato en un gran éxito que, más tarde, sería llevado al cine.
Fallece en Buenos Aires el
12 de diciembre de 1998 fue un escritor y dramaturgo argentino.

No hay comentarios:
Publicar un comentario