domingo, 20 de noviembre de 2011

LA PANZA ES REINA Y EL DINERO ES DIOS ¡QUE VACHACHÉ!

QUÉ VACHACHÉ de Enrique Santos Discépolo (1926).

Piantá de aquí no vuelvas en tu vida. Ya me tenés bien requeteamurada.
No puedo más pasarla sin comida ni oirte así decir tanta pavada...
No te das cuenta que sos un engrupido?
Te crees que al mundo lo vas a arreglar vos?
Si aquí ni Dios rescata lo perdido Piantá de aquí, hacé el favor!...

Lo que hace falta es empacar mucha moneda,
vender el alma, rifar el corazón, tirar la poca decencia que te queda...
Plata, mucha plata... y plata otra vez...
Así es posible que morfés todos los días,
Tengás amigos, casa, nombre... y lo que quieras vos.
El verdadero amor se ahogó en la sopa : la panza es reina y
el dinero es Dios.
Pero no ves, otario engominado, que la razón la tiene el de más guita,
que la honradez la venden al contado y a la moral la dan por moneditas?
Que no hay ninguna verdad que se resista
frente a diez mangos moneda nacional?
Vos resultás, haciendo el moralista, un disfrazao... sin carnaval...
Tirate al río! No embromés con tu conciencia!
Sos un secante que no hacés ni reír...
Dame puchero, guardate la decencia...
Plata, mucha plata! Yo quiero vivir!
Qué culpa tengo si has piyao la vida en serio?
Pasás de otario, morfás aire y no tenés colchón...
¿Qué vachaché? Si hoy ya murió el criterio!
Vale Jesús lo mismo que el ladrón...



El filósofo del tango como se lo llamaba a Discépolo escribió este tango en 1926 estrenado en Buenos Aires, por Tita Merello en la revista “Así da gusto” (un fracaso) y en los años ´30 se entendería la letra al vivir en carne propia la crisis mundial con la caída de la bolsas. Es evidente que Discepolín percibía lo que vendría...
Es una letra con estilo de consejos tipo del viejo vizcacha del Martín Fierro de José Hernández donde propone: “vender el alma, rifar el corazón, tirar la poca decencia que te queda” es como el yira... yira... "verás que todo es mentira, verás que nada es amor que al mundo nada le importa yira...yira" Es 100% Discépolo profundo.

¡GRANDE, TITA DE BUENOS AIRES!
TITA MERELLO.


SE DICE DE MÍ...
TITA Y COMO YAPA...




Se dice de mí...

Yo sé que muchos
me desprecian compañía
y suspiran y se mueren
cuando piensan en mi amor.
Y más de uno se derrite si suspiro
y se quedan, si los miro,
resoplando como un Ford.

Si fea soy, pongámosle,
que de eso aun no me enteré.
En el amor yo solo sé
que a más de un gil, dejé a pie.
Podrán decir, podrán hablar,
y murmurar y rebuznar,
mas la fealdad que dios me dio
mucha mujer me la envidió.
Y no dirán que me engrupí
porque modesta siempre fui...
¡Yo soy así!

Y ocultan de mí...
ocultan que yo tengo
unos ojos soñadores,
además otros primores
que producen sensación.
Si soy fiera sé que, en cambio,
tengo un cutis de muñeca,
los que dicen que soy chueca
no me han visto en camisón.

* Fragmento de la letra del tango de Ivo Pelay (hecho a la medida de Tita Merello).

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