domingo, 4 de noviembre de 2012

POESÍA COMBATIVA ARGENTINA: ARMANDO TEJADA GÓMEZ.


“El que lea atentamente mi poesía, comprende rápidamente que la intención es cantar opinando” decía Armando Tejada Gómez y cantaba opinando nomás…
Armando Tejada Gómez nació en la provincia de Mendoza un 21 de abril de 1929, descendientes de Huarpes, trabajadores rurales de muy escasos recursos.
De familia númerosa Armando fue el anteúltimo de 24 hermanos.  Hijo de Lucas Tejada, tropero (llevaba ganado de Mendoza a San Juan y Chile, a través de la cordillera), y de Florencia Gómez, casada a los 14 años.
Empezó a trabajar a los 6 años, como canillita y lustrabotas. 
Falleció hace 20 años el 3 de noviembre de 1992, en Buenos Aires.
A los 15 años se compró un ejemplar del "Martín Fierro" obra cumbre de la literatura argentina creación de Don José Hernández  que fue la chispa que despertó en su interior el fuego y  la pasión por la lectura y la poesía.
Fue un activista social y militante político.
Tras el golpe de Estado de 1955,  ArmandoTejada Gómez inició un viraje en sus posiciones, tanto, estéticas como políticas.
Contaba que había cambiado su manera de escribir porque los obreros de la construcción le reprochaban que "escribía cosas que nadie entendía".
De a poco, la palabra de Tejada Gómez se acercó a la cuestión social ganando intensidad y siendo decidor y cuestionador de las injusticias sociales.
Tuvo una intensa aunque fugaz participación en la UCR Intransigente que lideraba  el Dr. Arturo Frondizi, pero rompió filas con el giro gubernamental hacia las posturas desarrollistas que llamaban a la inversión extranjera.
Comenzó a componer canciones junto al músico Oscar Matus, también mendocino y futuro esposo de la cantante Mercedes   “La Negra” Sosa.
Algunas de sus composiciones más conocidas y reconocidas  fueron “Fuego en Animaná”, “Canción con todos”, compuesta con César Isella y con el tiempo se convirtió en un "himno" latinoamericano, “Zamba de la distancia”, “Canción para un niño en la calle”, “Zamba del laurel”, “Trovador del rocío”, “El mundo es un pañuelo”, “Resurrección de la alegría”, "Chaya de la albahaca" (con Gustavo “Cuchi” Leguizamón), "Canción de las simples cosas" (con César Isella), "Zamba azul" y "Regreso a la tonada" (con Tito Francia).
Siempre con su poesía reclamaba por la libertad del sindicalista Agustín Tosco (dirigente de Luz y Fuerza de Córdoba)  y los presos políticos en los tiempos del Gral. Lanusse.
Ayer nomás ardió el pueblo
Por la tierra y por el pan,
Y la fogata en el valle
No estaba por solo estar.


CANCIÓN CON TODOS de Armando Tejada Gómez se lo considera un himno en Nuestra América.
Todas las voces todas,
todas las manos todas,
toda la sangre puede
ser canción en el viento;
canta conmigo canta,
hermano americano,
libera tu esperanza
con un grito en la voz.

“Mi canción es un libro que se escribe en el viento… todos pueden cantarla y llevársela lejos”.
Tal como el propio Armando Tejada Gómez lo profetizó en "El libro del viento".
Resurrección de la alegría
 Ya no me acuerdo del olvido
ni de la ausencia lastimando,
solo recuerdo tu silueta
dulce habitante del paisaje,
resurrección del cielo tuyo
entre mis manos y la tarde
ya no me acuerdo del olvido,
ando de sol con tu milagro.
Desde el amor todo regresa
como los pájaros y el alba;
Resurrección: digo su nombre
y lleno el aire de campanas,
porque el que nace a la ternura
vence a la muerte cotidiana,
abre las puertas de la vida
y lleva un niño en la mirada.
Amor que vuelve,
amor que espera,
amor que dura,
amor que nace.
Resurrección de la alegría,
estoy de fiesta con mi sangre,
porque el que nace a la ternura
vence a la muerte cotidiana,
abre las puertas de la vida
y lleva un niño en la mirada.
Resurrección...Resurrección...
Armando Tejada Gómez una vida de compromiso permanente:
“Importa dos maneras de concebir el mundo. Una, salvarse solo, arrojar ciegamente los demás de la balsa y la otra, un destino de salvarse con todos, comprometer la vida hasta el último náufrago…”.
“Historia personal de la Paz
Un poema del mendocino, nacido en Guaymallén, Armando Tejada Gómez.
Hermoso poema hasta diría intimista, sencillo. Este poema lo escuché junto con otros de la obra de Tejada Gómez allá por el ´85 en un encuentro organizado por el Partido Comunista (P.C.) de Villa Regina que conducía el vecino del barrio Villa Alberdi el recordado Rodolfo Felicevich.
Es de las historias que la historias oficiales no comentan.
HISTORIA PERSONAL DE LA PAZ.
Siempre hay un rey sobre un caballo
en las viejas ciudades;
lo custodian las fuentes y los niños
y un insólito pájaro.
Cuando los veo, pienso que la muerte
mira de las estatuas
armada hasta los dientes, con sus ojos
de bronce clausurado.
Si pregunto por ellos, me describen
galopes y batallas.
Nunca al caballo libre en las praderas
ni al señor en su casa.
Todos cuentan la historia por las guerras
en las viejas ciudades
y por más que pregunto nadie sabe
describir la morada
donde amasaba pan el panadero
y su mujer hilaba.
La historia que nos cuentan es la historia
de una que otra batalla,
pero jamás nos dicen que, entretanto,
el labrador sembraba
y que, segando el trigo de la vida;
los jóvenes se amaban
mirándose a los ojos, como miro
la paz en tu mirada,
mientras paseamos por la antigua plaza
con un rey a caballo
donde juegan los niños y las fuentes
son catedrales de agua.
La paz, amor,
es ese pájaro insólito que, a veces,
se posa en las estatuas.




La paz, amor,
es ese pájaro insólito que, a veces,
se posa en las estatuas.

"Alerta primavera" Del álbum "Quinteto Tiempo canta a Armando Tejada Gómez" un poema de Armando Tejada Gómez y música Hugo Díaz Cárdenas.



Lo he leído, me han dicho, lo he bebido
en el trago de vino de la vida.
Que todo lo que nace ya es futuro
y por lo joven se sostiene el día.
Acosados del odio nos decían
que ser joven aquí era un delito
y nos asesinaron la alegría
donde el amor proyecta su destino.

¿Por qué padres del mundo, madres nuestras,
habremos de servir para morir
en la locura oscura de la guerra y no para vivir?
¿Por qué volvemos, ya mutilados por culpa ajena?
¿Quién es el guardabosque del otoño?
¿Que día empezará la primavera.?

Yo, combatiente del amor que vuelve
de mi dolor al Sur, de mis Malvinas,
ya lisiado en la flor, desocupado,
avanzo restañando las heridas.

Estoy pisando con la muchedumbre
la mugre del pasado, ya pisado,
al paso de este paso que aquí grita:
¡Alerta! ¡Alerta que camina
la juventud del siglo por América Latina!
Alerta, chacales de ceniza,
devuélvannos los sueños y la vida!

FUE UN MAR Y PERDIÓ SUS BORDES
POESÍA DE HORACIO FERRER


De tanto darse a la vida

Armando Tejada Gómez,
Armando de los hermanos,
fue un mar y perdió sus bordes, ay,
fue un mar y perdió sus bordes.

Noviándole a una zambita,
pastor de infinitas noches,
derramador de los cielos,
correo de ocultas voces,
compinche de alucinados
en ranchos y bodegones,
amaba las libertades
Armando Tejada, el hombre.
De tanto darse a la vida

Armando Tejada Gómez.
Armando todo juglar
fue un mar y perdió sus bordes, ay,
fue un mar y perdió sus bordes.

Con su guitarra cuyana
seis cuerdas y mil primores,
qué afinación su presencia,
qué sabio en el horizonte.
¿A quién regaló su barba?
¿Qué fuego calló sus dones?
¿Qué fue de su carcajada
Armando cascabelotes?
De tanto darse a la vida

Armando Tejada Gómez,
Armando de las auroras
fue un mar y perdió sus bordes, ay,
fue un mar y perdió sus bordes.

Por la ribera del llanto
ya escucho a sus corazones
latir la canción con todos,
poetas y sangradores.
Alzada voz circulante
por campos y poblaciones.
América está en su ausencia,
Armando ramos de amores.

De tanto darse a la vida
Armando Tejada Gómez,
Armando, mi amigo, Armando
fue un mar y perdió sus bordes, ay,
fue un mar y perdió sus bordes.

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