domingo, 23 de agosto de 2015

POESÍA PATAGÓNICA: PETRÓLEO por Raúl Entraigas.

Era un trece de diciembre. El misionero
sofrenó sus mulitas junto al mar.
- ¡No sale agua!... – dijo, hastiado, un buen obrero -
Rece, Padre, pa que Dios la haga brotar.

Y arrojó el agua bendita el peregrino
y el Señor que hizo el milagro del Caná
vuelve ahora, pero ya no el agua en vino,
sino el agua en oro negro cambiará.

Desde entonces han cimbrado las correas
al compás del huracán del golfo avieso
y han danzado su alegría mil poleas
en el vértigo triunfante del progreso.

Desde entonces se ha elevado Comodoro
bajo el signo del trabajo y del tesón:
es el hijo más ilustre de aquel oro
negro ungido con la humilde emoción.

Ayer era el Cerro Chenque desolado,
hoy en día es el hervor de la ciudad,
hoy, las luces, el murmullo, el gozo izado
en el tope de una excelsa realidad.

El petróleo ha dado vida a las ciudades
y a los pobres su pacífico yantar;
ha poblado las hurañas soledades
y por él mil y un obrero tiene hogar.

Todo cambia, cuando brota burbujeante,
con sus humos de magnífico señor;
el petróleo hace de un páramo un pujante
pueblo henchido de inquietudes y vigor.

Alzó torres en la cima de la sierra
Y en el llano y en el valle y hontanar
y, cansado de correr sobre la tierra,
se ha adentrado con sus torres en el mar.

¡La dinámica! Mil émbolos voraces
van sorbiendo a los abismos su licor;
noche y día cabecean, pertinaces,
las excéntricas, hambrientas de labor.

No te olvides, urbe inquieta, alucinante,
de cuando eras Rada Tilly nada más:
que la choza de Belén es más radiante
que el palacio de Pilato o de Caifás...

¡Plegue al cielo que el petróleo de mi tierra
sea siempre nuestro dulce bienhechor:
que no encienda los fantasmas de la guerra,
sino lámparas votivas de amor...!

Raúl Entraigas decía en su "Reponso": “Quiso el Cielo corriera por mis venas/ la sangre de esos indios /y me dio la tonsura y el acetre, / y la lira y el ritmo".  Su abuela era Tehuelche de pura cepa, casada con el cacique Miguel Linares, el renombrado Mayor Linares afincado en la zona de San Javier. Entraigas era nieto de Tehuelches y se sentía orgulloso que corriera por sus venas sangre Tehuelche. Descendiente de un francés afincado en Río Negro hacia 1824, don Jean Entraigues, y de fuertes vínculos con esta tierra por parte de su madre ya que descendió de un cacique tehuelche.
Entraigas fue un escritor, poeta, investigador,fundador dela Junta de Investigaciones y Estudios históricos de Río Negro, miembro de la Junta de Estudios Eclesiásticos de la Argentina y académico de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla, España,  orador sagrado, misionero salesiano y maestro. Nació en San Javier en 1901. Falleció  a los 76 años en la ciudad de Buenos Aires en 1977.

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