miércoles, 14 de octubre de 2015

MONÓLOGO DEL AMOR QUE NO QUIERE AMAR y ESPERANZA DEL MILAGRO de IGNACIO BRAULIO ANZOÁTEGUI.

MONÓLOGO DEL AMOR QUE NO QUIERE AMAR.

Este querer amarte por quererte,
y este miedo de amarte sin amarte,
y este querer perderte por ganarte,
y este querer amarte sin perderte,
y este ganarte sin saber perderte,
y este perderte sin saber ganarte,
me dan miedo de amarte por amarte
cuando quisiera no querer quererte.
Este miedo de amarte sin ganarte
y este querer ganarte sin perderte
me obligan a perderte sin amarte.
Porque el miedo de amarte y de perderte
y el miedo de quererte y de ganarte
es el miedo de amarte hasta la muerte.
Ignacio Braulio Anzoátegui nació en Ciudad de La Plata el 25 de julio de1905 se dedicó al campo de las letras, el Derecho y la docencia. De ideas vínculado al nacionalismo católico argentino. 
Los Anzoátegui era una familia que afincada desde hace años en provincia argentina de Salta, La Linda donde confluyeron las raíces vascas e hispanas que se perciben esa defensa en los escritos, pensamientos, aforismos y poesías.
Con un estilo de humor similar en sus sarcasmos al del Padre Leonardo Castellani o Gilberto Chesterton. No era de andar con medias tintas.
Se casó con Josefina Padilla, con quien tuvo once hijos.
“Doctorado en Leyes en la Universidad de Buenos Aires, desempeñó luego la magistratura judicial, siendo sus fallos famosos por el estilo y el talento literario (“Sin poesía no hay derecho”, decía siempre). Uno de esos fallos, sobre un hombre que se casó con una mujer veinte años mayor, decía, por ejemplo: “Cuando se casaron, él tenía la edad en que se encuentra a la vida y ella la edad en que se le reencuentra”.”( http://hispanismo.org/)
Falleció en Buenos Aires el 2 de abril de 1978.

A no confundirlo con Ignacio Braulio Anzoátegui (h) que escribió la bellísima “Zamba para Javier”.

ESPERANZA DEL MILAGRO.

Inútilmente pido lo que pido,
Inútilmente quiero lo que quiero:
No espera mi esperanza lo que espero
Ni olvida mi memoria lo que olvido.
Ni pide mi esperanza lo que olvido
Ni quiere mi memoria lo que espero:
Inútilmente olvido lo que quiero,
Inútilmente espero lo que pido.
Todo es inútil ya. Pido y espero;
Pido al amor olvido, y el olvido
Se entrega a la memoria prisionero.
Quiero sin esperanza, y lo quiero
Espera eternamente en lo que pido
El milagro de amor en el que muero.

No hay comentarios: