Poesía, arte, cultura, música. Cuentos y Relatos. Un rincón que nace y crece en la Patagonia Argentina.
sábado, 16 de junio de 2012
Hubo pago en el obraje de Luis Landriscina.
Corre el año treinta y nueve en un obraje del
Chaco, Enero lo aviva al sol como apurando un churrasco y allí en el
medio del monte entre crujidos y hachazos la gente distingue un
ruido que no es común en el pago, es el ruido de un motor que está
llegando a los saltos porque viene en la picada queriendo domar las
huellas que le dejaron los carros.El hachero que escuchó dejó
amagado un hachazo y gritando de alegría se fue corriendo a los
saltos porque ese ruido no es otro que el ruido claro del auto en el
que llega el patrón con la plata del salario... por eso corren
contentos por eso van a esperarlo todos quieren ser primeros en saber
la hora del pago pa'dirse a lavar al rancho mientras tejen ilusiones o
hacen planes pa'gastarlo...-Yo voy a comprar ropa nueva. -Yo provista
para rato. -Yo viá ver si llego al pueblo porque no fui en todo el
año. Y otros entre truco y vino seguro han de liquidarlo.Y así
entre la algarabía de prepararse pa'el pago la gente olvida que un
Dios les dio a todos un destino que es un camino marcado y que si
alguno lo deja se ensume hasta las orejas en el charco del
diablo... pero en eso nadie piensa... y ya en el medio e'la siesta las
guainas barren un patio le acomodan los asientos y cuelgan unos
faroles pa'que sirva pa'la fiesta. -Gritó un hachero a la gente -Ya
abrió la administración! y asomó un señor de lentes que le llaman "el
contador", se escuda en un mostrador que encaja contra una puerta y
allí pide las libretas pa'hacer la liquidación. -A ver, Ramiro
González. -Presente -gritó un paisano que refregando sus manos se
acerca hasta el mostrador. -Esto es lo que te sobró, son treinta y tres
con noventa poné el dedo en el recibo aquí tenés tu libreta... y sí es
que querés chupar pagá la caña al contado porque ya saben ustedes que
para el chupi no hay cuenta.-Ajá -le dijo González-, Traiga nomás esa
caña Ya que es plata lo que suebra. Y se fue a esperar el
baile Prendido de la botella. Y así sigueron pasando los hacheros en
cadena, cada hachero un eslabón cada eslabón una pena, penas que pronto
olvidaron con esa caña que quema, porque todos se llevaron para el
baile su botella... Hasta que llegó la noche en aquel rancho de
fiesta fiesta pobre del hachero que no sabe ni una letra y el que
montado en sus sueños quiere escapar rienda suelta por el camino del
vino hacia una vida más buena... pero el vino es traicionero y lo
aparta de esa huella él lo empuja desde adentro para que vuelva a la
fiesta y lo invita que demuestre que es más hombre cualquiera, porque
el vino manda fácil cuando el hombre es sin escuela.Y así comienza la
cosa tal vez por una zoncera empieza la discusión los ánimos se
caldean y después de un empujón ya está lista de pelea. Benítez quiso
sacar a la novia de Cabrera y el novio en cuanto lo vio copó la banca
en la fiesta. -No chupe si es que no aguanta y conmigo no se
meta no sea de que lo planche de un cachetazo en la jeta. Y ese fue
todo el motivo que originó la tragedia. Benítez sacó el
cuchillo, también lo sacó Cabrera. Y al pobre viejo don
Castro cuando vino a separar Benítez le erró un puntazo Que de darle lo
bandea; los cuchillos se encontraron se gatearon como fieras, Benítez
perdió dos pasos que fue ganando Cabrera, se hicieron unos amagues como
estudiando flaquezas, Benítez tanteó el destino dejando la guardia
abierta y el otro que no era manco lo convirtió en osamenta. ...Y
allí empezaron los gritos las lamentaciones y quejas, el patrón vino
corriendo se agarraba la cabeza y le echó mil maldiciones a los que
hicieron la fiesta... el muerto era buen hachero y perderlo era una
pena... el contador de los lentes que llegaba en camiseta, mirando dijo
en voz alta sin reparo a que lo oyeran: -Cuando nó, estos negros
tapes no van a andar en pelea tienen plata y ya se chupan más vale que
ni nacieran.-No, mi amigo, no se pase que también es culpa
nuestra -dijo el patrón en un tono como a callarlo sin seña. -Nosotros
trajimos plata y vendemos ese vino que fue el que tomó Benítez y hecho
sangre ahora chorrea. Aunque de todas las culpas la mayor es la
ignorancia de esta gente sin escuela, que se divierte a su modo ya que
chupar es su fiesta; No se divierten mejor porque nadie les
enseña, lo mismo que el trabajar y ese vivir como bestias, o el de no
saber firmar por no conocer las letras, fue por que nadie les dijo que
en el pueblo hay una escuela donde hay un director y tal vez una
maestra, que ya hubieran evitado hace rato esa pelea, con esos dones de
padres que brotan de su paciencia... Pero ya no pudo hablar se hizo
el duro a su manera y se corrió pa'lo oscuro disimulando su pena... Y
en el medio de aquel patio como una muestra inservible de otro tipo de
coraje se fue apagando Benítez tendido en un viejo catre;La noche
se hizo profunda, quedó en silencio el obraje, un hacha quedó sin
dueño, un hijo quedó sin padre, y un cuzco pensó pa' adentro y estaré
solo en el rancho ya no hará falta que ladre.Allí quedaba ese
hachero personaje de una historia escrita en su propia sangre para
carne de los chismes de las viejas del paraje o pa'que al llegar al
pueblo en un cajón sin lustrarse la gente diga tristona "Hubo pago en
el obraje".
Triste enmarcado en una genial manera de decir, tan nuestra, tan sentida. Triste, real y actualmente, el fin de fiesta, deja sus muertos en las rutas. http://enfugayremolino.blogspot.com.ar/
2 comentarios:
Una historia que aún hoy se reitera, aunque se niegue, es así.
Se extrañaban tus entradas, Guillermo.
Un abrazo
Triste enmarcado en una genial manera de decir, tan nuestra, tan sentida. Triste, real y actualmente, el fin de fiesta, deja sus muertos en las rutas.
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