Aquí, en esta geografía plana
De arbusto achaparrado por el viento,
De heladas blancas y de escarcha.
Aquí, en este contrapunto de silencios
De estrellada techumbre celestial,
De gente simple como el tiempo.
Aquí, en esta vastedad inmensa como el cielo
Con la ventisca que silba en los oídos
Aquí, en esta tierra que sabe poco de agua
Dura como el alma de un guerrero
Y suave como manos de mamá.
Aquí germinó la semilla de mi ser
La que sembraron La Ramona y El José
Allá por el noviembre del sesenta y tres.
Aquí hundí mi raíz y mi esperanza
Como el coirón, la jarilla y el neneo
En este oasis a orillas del Río Negro.
Aquí afiné mi lengua y mi guitarra
Le puse mariposas a mi alma
Y me elevé en el aire hecho canción.
Aquí sufrí la vida y su destierro
Sufrí el amor y su consuelo
Y le hundí mil puñales al dolor.
Aquí, en esta estepa milagrosa
Fui vida en la sangre de mis hijos
Fui paloma, chimango y libertad.
Aquí, en mi amada tierra rionegrina
Pienso quedarme hueso sin carne
Llanto y recuerdo, olvido y lobreguez.
Aquí renaceré como manzano,
Como átomo en el agua del canal,
Como flor de achicoria en primavera.
Aquí divagaré como fantasma
En las noches de charlas de fogón
Con Meulen, la Calchona y el Chonchón.
Aquí reposaré tozudamente
Polvo en el polvo, aire en el viento
Por la inconmensurable eternidad.
Aquí. En esta hermosa tierra Mía.
Fuente de información e imagen: http://andreszuniga-escritor.blogspot.com.ar/
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