Asando una picana de ñandú,
Con un perro pelao y un cascabel,
Cuando llega a los boliches
Cuando el invierno suelta su esplendor,
Cuando llega a los boliches
lo sorprendió la tarde en el Yegüel,
arriero soñador de piño y luz,
que supo ser señor en el Aikén.
un caballo cansao, viejo y cinchón,
Ahí anda guanaquiando Don Yatel,
cacique Cimarrón del Aonikénk.
por un trago de ginebra,
Suele cantar un kaani,
con fábulas y leyendas.
Y los ojos se le escapan
hacia el costao del camino,
porque ha nacido tehuelche,
y antes que nada argentino,
y antes que nada argentino.
Cuantos recuerdos tiene Don Yatel,
de la isla Pavón y del Cardiel,
Cuando llegaba el barco de Don Luis,
trayéndole banderas para él.
y se pinta la cima del Chaltén,
se me antoja la estampa de Yatel,
corriendo los ñandúes, hacia el sol.
por un trago de ginebra,
suele cantar un kaani,
con fábulas y leyendas.
Y los ojos se le escapan
hacia el costao del camino
porque ha nacido tehuelche
y antes que nada argentino,
y antes que nada argentino,
y antes que nada argentinooo..
1 comentario:
Que bueno que traigas estas historias a tu blog. Cuantas cosas de nuestros nativos que no sabemos los que vivimos en la ciudad. Hermoso poema, gracias por darlo a conocer.
mariarosa
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