SALUDO AL OBRERO.
¡Salve obrero! Noble atleta de los surcos y cinceles
¡Son las callos de tus manos que ganaron los laureles
Que ciñera la Argentina, coronándose nación!
¡Salve prócer! Que amasaste con la sal de tus sudores
Las grandezas de la patria cuyos triunfos y esplendores
Reverberan en el orbe cual fantástica visión…
¡Ah! Que el vicio no destemple esa diamantina
Que si un día nuestras glorias y el honor de la Argentina
Necesitan de tus hombros… ¡Tú serás su rodrigón!...
Del libro de Raúl Agustín Entraigas “Bajo el Símbolo Austral”
(1936).
El Padre Raúl Entraigas nacido en la localidad de Fuerte San Javier,
una localidad de la provincia de Río Negro a unos 30 km. de la Capital
provincial Viedma el 28 de agosto de 1901 y fue el séptimo de los nueve hijos e
Benigno Donato Entraigas, descendiente de franceses que estaban afincados en
nuestro suelo argentino desde 1824, y Eusebia Linares Ureña, descendiente de un
cacique Tehuelche.
Su abuela era Tehuelche de pura cepa, casada con el cacique
Miguel Linares, el renombrado Mayor Linares afincado en la zona de San Javier.
Entraigas era nieto de Tehuelches. Y
después cuando escribió las estrofas del Himno a la provincia de Río Negro “Sobre
el alma del tehuelche puso el sello el español” dijeron que “DISCRIMINABA”
quien se sentía orgulloso que por sus venas corríera sangre tehuelche
pobladores originarios del territorio rionegrino y sangre española. Hablaba del
mestizaje de Nuestra América…
"Ha dejado atrás el tiempo
ahora marcha rumbo al sol
sobre el alma del tehuelche
puso el sello el español"
La escuela 3 de San Javier, y la educación salesiana de los
misioneros en los colegios de la Obra de Don Bosco de Viedma, Carmen de
Patagones, Fortín Mercedes y Bahía Blanca marcaron la personalidad de
Entraigas.
En Turín, Italia, continuó su formación salesiana. Luego de
completar el estudio de las disciplinas teológicas, alcanzó la meta del
sacerdocio en la Basílica María Auxiliadora.
Vuelto a la Argentina, desempeñó su actividades
educativo-pastoral en las obras salesianas patagónicas y en la curia de Viedma,
como secretario canciller de la Diócesis.
Entre sus obras, cabe mencionar aquí dos: “la azucena de los
Andes”, biografía de Laura Vicuña, editada en 1957; y “El mancebo de la
tierra”, que narra la vida de Ceferino Namuncurá, publicado en 1971.
El Padre Raúl Entraigas falleció en Buenos Aires, el 23 de
abril de 1977. Sus restos descansan en el panteón familiar en el cementerio de
Viedma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario