sábado, 26 de septiembre de 2015

SALUDO AL OBRERO DE RAÚL ENTRAIGAS.

SALUDO AL OBRERO.
¡Salve obrero! Noble atleta de los surcos y cinceles
¡Son las callos de tus manos que ganaron los laureles
Que ciñera la Argentina, coronándose nación!
¡Salve prócer! Que amasaste con la sal de tus sudores
Las grandezas de la patria cuyos triunfos y esplendores
Reverberan en el orbe cual fantástica visión…
¡Ah! Que el vicio no destemple esa diamantina
Que si un día nuestras glorias y el honor de la Argentina
Necesitan de tus hombros… ¡Tú serás su rodrigón!...
Del libro de Raúl Agustín Entraigas “Bajo el Símbolo Austral” (1936).

El Padre Raúl Entraigas nacido en la localidad de Fuerte San Javier, una localidad de la provincia de Río Negro a unos 30 km. de la Capital provincial Viedma el 28 de agosto de 1901 y fue el séptimo de los nueve hijos e Benigno Donato Entraigas, descendiente de franceses que estaban afincados en nuestro suelo argentino desde 1824, y Eusebia Linares Ureña, descendiente de un cacique Tehuelche.
Su abuela era Tehuelche de pura cepa, casada con el cacique Miguel Linares, el renombrado Mayor Linares afincado en la zona de San Javier. Entraigas era nieto de Tehuelches.  Y después cuando escribió las estrofas del Himno a la provincia de Río Negro “Sobre el alma del tehuelche puso el sello el español” dijeron que “DISCRIMINABA” quien se sentía orgulloso que por sus venas corríera sangre tehuelche pobladores originarios del territorio rionegrino y sangre española. Hablaba del mestizaje de Nuestra América…
"Ha dejado atrás el tiempo

ahora marcha rumbo al sol

sobre el alma del tehuelche

puso el sello el español"
La escuela 3 de San Javier, y la educación salesiana de los misioneros en los colegios de la Obra de Don Bosco de Viedma, Carmen de Patagones, Fortín Mercedes y Bahía Blanca marcaron la personalidad de Entraigas.
En Turín, Italia, continuó su formación salesiana. Luego de completar el estudio de las disciplinas teológicas, alcanzó la meta del sacerdocio en la Basílica María Auxiliadora.
Vuelto a la Argentina, desempeñó su actividades educativo-pastoral en las obras salesianas patagónicas y en la curia de Viedma, como secretario canciller de la Diócesis.
Entre sus obras, cabe mencionar aquí dos: “la azucena de los Andes”, biografía de Laura Vicuña, editada en 1957; y “El mancebo de la tierra”, que narra la vida de Ceferino Namuncurá, publicado en 1971.

El Padre Raúl Entraigas falleció en Buenos Aires, el 23 de abril de 1977. Sus restos descansan en el panteón familiar en el cementerio de Viedma.

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