martes, 2 de octubre de 2018

LA SILLA VACÍA de Silvia Angélica Montoto.

LA SILLA VACÍA
de Silvia Angélica Montoto.
Termino los preparativos para la cena de Nochebuena y de pronto, el cansancio se hace presente en todo mi ser…
Hace calor, mis piernas están hinchadas y un incipiente dolor comienza a instalarse en mi nuca. Tomo un vaso de agua como buscando en ese trago largo y refrescante, las fuerzas que necesito para continuar…
.
Es temprano, aún faltan dos horas para que todos comiencen a llegar. El esfuerzo vale la pena, le he ganado al tiempo. Sólo falta poner la mesa y encender las luces del arbolito.
Busco el mantel blanco, aquel que sólo uso para los grandes acontecimientos. Voy a poner los vasos comunes para los niños, pero luego desisto… ¡Hoy es un día especial, si una copa fina se rompe qué más da, ellos se sentirán más importantes! –pienso con una sonrisa.
No falta ningún detalle: una flor y una ramita de pino junto a cada plato. Velas rojas, largas y perfumadas para encender a la hora del brindis. Sobre los laterales de la larga mesa junto un poquito más las sillas para que alcancen los espacios. Cinco sillas de cada lado y una en cada cabecera. Doce en total. Están todos los lugares perfectamente distribuidos
. Cuento luego los regalos al pie del árbol. Me parece que sólo hay once… Pero no, seguramente alguno no está visible… ¡Es que mi cabeza no tiene ya lucidez!…
Antes de ir a mi cuarto para sacar la ropa y darme una ducha, coloco una varita de sahumerio y el ambiente comienza a llenarse de un suave aroma a sándalo.

A la 22 hs. comienzan a llegar todos. Los más chiquitos están como sacados de un cuadro. Sonrío pensando qué les quedará de tanta paquetería cuando llegue la medianoche…
Con disimulo rondan el arbolito con la tentación de averiguar con sus ojos puestos en la punta de los dedos…pero ante la mirada cómplice del abuelo, garantizándoles que cada uno tiene lo suyo, toman prudente distancia
. -¡Chicos a la mesa!...Es la voz de mi hija. –No se alboroten que cada uno tiene su lugar.
Van ubicándose entre risas y juegos. Luego se agregan los mayores entretenidos en diferentes conversaciones.
Doy un último vistazo antes de servir…
El humo del sándalo que aún persiste en el ambiente me da la sensación de una leve borrachera…
Ya con la bandeja en la mano, escucho la voz de mi nieta mayor:
-Abuela aquí sobra un plato.
-Y una silla – agrega mi otra nieta.
-¡Viejita, hay un lugar de más!… ¿Qué te pasa no te sentís bien? – Pregunta mi hijo-
- No me pasa nada, todo está bien, me debo haber confundido…
-¡La abuela no sabe contar!... – dijo el mayor de los varones, y los demás se largan a reír…
Me acerco a la mesa, retiro la silla, luego el plato, los cubiertos…Dejo la copa de cristal… (¡Ojalá Él hubiera podido romperla esta noche!)… – Pienso - y las lágrimas nublan mis ojos. También dejo la flor y la ramita de pino en su lugar.
A medianoche un ángel rubio, que sólo mis ojos pueden ver, levanta su copa y
brinda conmigo.


Escritores Patagónicos: 
Silvia Angélica Montoto. Breve biografía. 
Es una escritora patagónica que nació en la localidad de Marquinchao, centro de la meseta en la Línea Sur de la provincia de Río Negro. Se radicó en la adolescencia en  Ciudad de Villa Regina. 
Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Villa Regina y terciarios en el Instituto Superior de Formación y Perfeccionamiento Docente de Villa Regina. Se desempeñó la actividad docente en niveles primario y secundario siendo orientadora pedagógica del Plan Nacional de Alfabetización entre los años 1984 y 1989.
En 1980 se hace acreedora al segundo premio en el Concurso de Poesías a nivel nacional "Dr. Gregorio Álvarez” con el poema "Un árbol, un hijo, un libro" y en el mismo concurso recibe una mención especial por el poema "Plegaria de un ciego".
Tiene varios libros entre ellos, podemos mencionar, Antología de Expresiones Literarias de Neuquén (1977), "Vuelo de palomas" publicado en 1983 en los talleres gráficos de la Organización de Escuelas Parroquiales(Or.Es.Pa) de Villa Regina. 
En diciembre de 1983 obtiene una mención especial en el Concurso Nacional de Poesías QUIJOTE DE PLATA con el poema "Para llegar al sur", publicado en el libro "Duendes" (1985, Editorial Amarú, Bs. As.).
En diciembre de 1989 publica el libro de poesías "Ocaso de los grillos" (Editorial Amaru, Buenos Aires).
En 1994 publica otro libro de poesías "Luna, retamas y sueños" con ilustraciones de Martín Ydiart de Villa Regina (Editorial Esquel S.A., Chubut).
Residió en la Ciudad de San Carlos de Bariloche (provincia de Río Negro). Por Resolución N° 299-04  de la Ciudad de Bariloche reconoce con el "Premio al Mérito" a la escritora Silvia Montoto de Lazzeri por su producción literaria.
"Otro gallo cantaría y otros cuentos" (Ediciones Artesanales "La Lámpara, 2004) es su primer libro en prosa ilustrado por el reconocido artista plástico Juan Marchessi así como toda su obra literaria fue declarada de interés provincial por la Legislatura de Río Negro.
La Municipalidad de Villa Regina lo declaró de interés municipal.
El cuento “La viuda del ferroviario” recibió el diploma la distinción en la S.A.D.E. (Sociedad de Escritores Patagónicos).

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