jueves, 31 de enero de 2013

¡GRINGOS…! de ATAHUALPA QUIPANQUI.



 

¡GRINGOS…!

¡Ya de nada sirve bajar a la Villa!

Llegando el verano con sus soles juertes,

se ponen las calles, tuitítos los días

llenitas de gringos, lo mesmo que peste.

 

Diz que son muy lindos los aires de aquí,

y por eso llegan tantos abajeños;

Ricachones rubios, turistos, dotores,

mujeres y changos que son un infierno…

 

Y eso que comienzan como a averiguar:

¿Qué es la Pachamama?  ¿Quién t´hizo ese poncho?

¿Sabís tocar quena? ¿De adónde sois vós?

… Y te suelta el uno pa´agarrarte el otro!

 

Yo me quedo mudo, pero aquí en el pecho

se me lo amontonan las malas palabras.

Son tántas las cosas que había que decirles

que al final me alejo sin decirles nada…

 

¿Total? ¿Pa qué…?  Digo. Que si uno se enoja

con esos señores, va mesmito preso;

Y te dice: ¡Kolla bruto y atrasao!

Y a longazo limpio te marcan el cuero…

 

Llegando el verano se me hace mejor

quedarme en el cerro y hacer vida buena.

Que esos gringos ricos, rubios atrevidos,

hasta aquí no llegan, ni errando la senda…!

 

del libro de DON ATAHUALPA YUPANQUI
“PIEDRA SOLA – POEMAS DEL CERRO”.

ATAHUALPA YUPANQUI:
Héctor Roberto Chavero, más conocido y recordado por siempre como Atahualpa Yupanqui, nació el 31 de enero de 1908 en un paraje Campo de la Cruz, en José de la Peña del partido bonaerense de Pergamino, en las pampas argentinas.
Hijo de padre con sangre quechua y madre vasca, Atahualpa Yupanqui adoptó ese nombre artístico porque en lengua quechua  significa "Persona que viene de lejanas tierras para contar algo", según explicó alguna vez. Ata: viene; Hu: de lejos; Alpa: tierra; Yupanqui: narrarás, contarás algo.
Don Atahualpa Yupanqui (hombre de tierradentro y patriagrande).

"Yo sé que muchos dirán que peco de atrevimiento, si largo mi pensamiento para el rumbo que ya elegí, pero siempre he sido así, galopeador contra el viento. Eso lo llevo en la sangre desde mi taratabuelo. Gente de pata en el suelo fueron mis antepasados, criollos de cuatro provincias y con indios mixturados", recita en "El payador perseguido".

Pese al paso de los años, Yupanqui permanece como una voz ineludible referencial  en el repertorio  argentino, poray más valorado fuera de la Argentina que dentro para aquellos alegados de lo festivalero, de las palmas reclamadas, del show, de la frases panfletarias.
 
En sus últimos  años opina: “Argentina siempre quiso ser universal… Así como un francés es analfabeto del mundo y erudito en Francia, nosotros somos eruditos en cosas del mundo y analfabetos en las del país” y agregaba con sabiduría “en China hay chinos que piensan y hablan en chino. Los húngaros son húngaros y los franceses, franceses. De esa unidad parten hacia la cultura, hacia el prisma ¿qué pasa con nuestra condición? ¿Cuándo aprenderemos a ser nacionalmente argentinos?

No me nombren que es pecao

y no comenten mis trinos;

yo me voy con mi destino

p'al lao donde el sol se pierde.

Tal vez algunos recuerden

que aquí cantó un argentino.

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