miércoles, 27 de febrero de 2013

LOS JUSTOS - Jorge Luis Borges.



Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.

2 comentarios:

mariarosa dijo...

Por algo era Borges, sólo él puede escribir así, con elegancia y sentimiento un poema que parecería evangelico por lo humano.

mariarosa.

Unknown dijo...

Vaya Verdad, aquí hay un corazón sin mesura limitante.
http://enfugayremolino.blogspot.com.ar/