Batallón de cirujas
de Acho Manzi.
Va saliendo del humo
con un pibe mugriento
y cirujas barbudos
un ejército croto.
Cosechando entre latas
y plásticos y harapos
y corriendo las ratas
para encontrar su andrajo.
Van a sentarse junto al riachuelo
clasificando, cacho por cacho,
y con un palo y un tacho
juega al balero un muchacho...
Y con un palo y un tacho...
¡juega al balero un muchacho!...
Negocio que se acaba
el Bañado de Flores
—¡dice un viejo que escarba
dentro de sus dolores!...
Y clavando los ojos
en el humo circundo,
se acuerda que hace mudo,
que se borró del mundo.
Van caminando, junto al riachuelo,
en retirada, por el sendero...
y el batallón de cirujas
¡se va perdiendo en el cielo!...
Y con un palo y un tacho...
¡juega al balero un muchacho!...
¡Juega al balero un muchacho!...
Acho, el hijo de Homero Manzi quizá eclipsado por la enorme dimensión de su
padre.
Homero Manzi se casó el 31 de
diciembre de 1931 con Casilda Iñíguez Vildósola. El 6 de marzo de 1933 nació,
en barrio de boedo,su único hijo: Homero Luis Manzione más conocido como Acho Manzi.
Acho Manzi luego se mudó cerca del hipódromo de Palermo. La
única colaboración de Acho como músico con su padre es el tango “El último
organito”.
Acho Manzi viajó a Polla, en el sur de Italia, ubicada en la
provincia de Salerno, de donde son originarios los Manzione. La Cámara de
Diputados italiana lo nombró a Homero Manzi como “Hijo Dilecto de Italia”.
Acho no
descuidó el legado de su padre y le
cedió textos inéditos al Tata Cedrón para el álbum Frisón, frisón/ Homero Manzi.
Falleció en julio del 2013 a los 80 años.
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