lunes, 16 de octubre de 2017

Manifiesto - Víctor Jara (1.973).


Yo no canto por cantar
ni por tener buena voz,
canto porque la guitarra
tiene sentido y razón.

Tiene corazón de tierra
y alas de palomita,
es como el agua bendita
santigua glorias y penas.

Aquí se encajó mi canto
como dijera Violeta
guitarra trabajadora
con olor a primavera.

Que no es guitarra de ricos
ni cosa que se parezca
mi canto es de los andamios
para alcanzar las estrellas,
que el canto tiene sentido
cuando palpita en las venas
del que morirá cantando
las verdades verdaderas,
no las lisonjas fugaces
ni las famas extranjeras
sino el canto de una lonja
hasta el fondo de la tierra.

Ahí donde llega todo
y donde todo comienza
canto que ha sido valiente
siempre será canción nueva.


Víctor Lidio Jara Martínez (1932-1973) fue un músico, cantautor, profesor, director de teatro y militante del Partido Comunista de Chile.  Víctor Jara nació el 28 de septiembre de 1932  nacido dentro de la que hoy se conoce como provincia de Ñuble, en la región del Biobío.
De origen campesino, heredó de su madre la afición por la música.
A los 15 años quedó huérfano e ingresó en el Seminario Redentorista de San Bernardo. Allí permaneció dos años. En 1957 entró en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile. En esa época conoció a Violeta Parra.
Músico, cantautor, uno de los artistas más emblemáticos del movimiento músico-social llamado “Nueva Canción Chilena”, activista político y militante del Partido Comunista de Chile, investigador del folclore y de los instrumentos indígenas.
La campaña electoral de 1970 los artistas y los grupos  de la llamada “Nueva Canción Chilena” respaldaron a la Unidad Popular.
Salvador Allende quien ganara las elecciones en una reñida elección a tres bandas, obtuvo la primera mayoría relativa de un 36,6%, siendo en definitiva ratificado por el Congreso Nacional. De ese modo, se convirtió en el primer presidente marxista del mundo en acceder al poder a través de elecciones generales en un Estado de derecho y asumiera como Presidente de Chile entre el 4 de noviembre de 1970 y el día de su muerte, 11 de septiembre de 1973.
Jara se desempeñó como embajador cultural del Gobierno del presidente Salvador Allende (1970-1973).
Tras el golpe de Estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973, Jara fue detenido por las fuerzas represivas de la dictadura militar recién establecida.
Tres días después de haber sido detenido por las fuerzas militares de Augusto Pinochet el 12 de septiembre de 1973, Víctor Jara fue interrogado y brutalmente golpeado en uno de los vestidores del Estadio Chile.
El cantante de música popular chilena se encontraba bajo la custodia del teniente Pedro Barrientos, quien lideró las torturas y conspiró para asesinar a Jara, cuyo cuerpo apareció después con más de 40 balazos.
"¡No me lo traten como señorita, carajo!", gritó un militar al ver a Víctor Jara. Después le dio un culatazo.
Estando preso escribió su último poema y testimonio “Somos cinco mil”

Somos cinco mil
en esta pequeña parte de la ciudad.
Somos cinco mil
¿Cuántos seremos en total
en las ciudades y en todo el país?
Solo aquí
diez mil manos siembran
y hacen andar las fábricas.
¡Cuánta humanidad
con hambre, frío, pánico, dolor,
presión moral, terror y locura!
Con el retorno de la democracia fue renombrado "estadio Víctor Jara".
En 1990, la denominada Comisión de Verdad y Reconciliación determinó que Víctor Jara fue acribillado con 44 disparos el 16 de septiembre de 1973 en el Estadio Chile y que fue arrojado a unos matorrales en los alrededores del Cementerio Metropolitano, ubicado a orillas de la Carretera 5 Sur. Luego fue llevado al depósito de cadáveres, donde le asignaron las siglas NN, y donde más tarde sería identificado por su esposa, la coreógrafa de origen británico Joan Turner.
Sus restos fueron enterrados en el Cementerio General de Santiago de Chile.

El cantautor chileno Víctor Jara fue seleccionado como uno de los 15 músicos más rebeldes de todos los tiempos según la famosa revista Rolling Stone.

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