Sola, fané, descangayada,
la vi esta madrugada
salir de un cabaret;
flaca, dos cuartas de cogote
y una percha en el escote
bajo la nuez;
chueca, vestida de pebeta,
teñida y coqueteando
su desnudez...
Parecía un gallo desplumao,
mostrando al compadrear
el cuero picoteao...
Yo que sé cuando no aguanto más
al verla, así, rajé,
pa' no yorar.
¡Y pensar que hace diez años,
fue mi locura!
¡Que llegué hasta la traición
por su hermosura!...
Que esto que hoy es un cascajo
fue la dulce metedura
donde yo perdí el honor;
que chiflao por su belleza
le quité el pan a la vieja,
me hice ruin y pechador...
Que quedé sin un amigo,
que viví de mala fe,
que me tuvo de rodillas,
sin moral, hecho un mendigo,
cuando se fue.
Nunca soñé que la vería
en un "requiscat in pace"
tan cruel como el de hoy.
¡Mire, si no es pa' suicidarse
que por ese cachivache
sea lo que soy!...
Fiera venganza la del tiempo,
que le hace ver deshecho
lo que uno amó...
Este encuentro me ha hecho tanto mal,
que si lo pienso más
termino envenenao.
Esta noche me emborracho bien,
me mamo, ¡bien mamao!,
pa' no pensar.
Sola, fané y descangayada.
Quienes gustan del tango conocen sin duda estos términos integrados, junto con otros de origen gauchesco y criollo, en el “lunfardo” que es la jerga barriobajera que surgió en Buenos Aires en la segunda mitad del siglo diecinueve entre la inmigración básicamente española e italiana. Configurado inicialmente como argot delincuente, como lenguaje gremial que escribió Borges, pronto se incorporó al habla coloquial de las clases rioplatenses más humildes. “Fané” significa ajada, descolorida, estropeada, marchita, venida a menos, mientras que “descangayada” o descangallada, que es palabra española procedente del gallego y del portugués, significa literalmente descoyuntada y también maltrecha, malherida, desvencijada. El tango de Enrique Santos Discépolo que lleva por título “Esta noche me emborracho” añadía en su primera estrofa “sola”, que no necesita aclaración alguna, para referirse a una mujer de la vida que se encuentra al final de su carrera y a la que el cantor amó una vez:
Sola, fané y descangayada
La vi esta madrugada salir del cabaret.
Flaca, dos cuartas de cogote
Y una percha por escote bajo la nuez.
Chueca, vestida de pebeta,
Teñida y coqueteando su desnudez
Parecía un gallo desplumao
Mostrando al compadrear su cuero picoteao.
Yo qué sé, cuando no aguanto más,
Al verla así rajé pa no llorar
http://elblogdejuanmegias.blogspot.com.ar/2012/09/sola-fane-y-descangayada.html
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