jueves, 15 de mayo de 2014

Por adentro de la vida de José Larralde.

Se fue, se fue sin decir palabra,
Pa´que andar palabreriando,
Si naides le da razón,
A la opinión de un paisano,
Que le importa a los demás,
Lo que uno viene pensando.

Se fue sin decir palabras,
Porque ya estaba cansado,
De andar pasando la vida,
Sin tener un poco de algo,
No más aunque fuese un tanto,
Pa´no andar zapateriando.

Porque al final todos copan,
Pero banca el pobre diablo,
Y como es a cuero limpio,
Las lonjas parecen trapo.
Naides mezquina salmuera,
Cuando es de otro lomo, el tajo.

Se fue, se fue sin decir palabra,
No es cuestión de andar llorando,
Las lagrimas son muy de uno,
Como pa´andarlos mostrando,
Pues no hay manera de ser,
Más pobre, ni desgraciado,
Que cuando uno muestra un llanto,
Pa´ que sepan que ha llorao,
Y dentra la compasión,
A ganarse por lo blando.

Que no es de hombre de verdá,
Vivir de honor emprestado,
Cuando se ha cambiado el propio
Por un hueso y sin un asco.

Se fue, se fue sin decir palabra,
Podrido de perros flacos,
Que ladran pa´no aburrirse,
A los volidos de un pajaro.

Harto de ver tanta sombra,
En la esperanza de otro año,
Que se va de dentro de uno,
Rumbiando pa´ el desengaño.

Ya no quiere pionar más,
Porque se le ha muerto el ánimo,
Y en las grietas de los dedos,
Le han dentrao, a crecer cardos.

Se fue, se fue sin decir palabra,
Pa´que andar palabreriando,
Porque al final todos copan,
Pero banca el pobre diablo,
Y como es a cuero limpio,
Las lonjas parecen trapo.
Naides mezquina salmuera,
Cuando es de otro lomo, el tajo.

No hay comentarios: