LA LOPEZ PEREYRA.
Yo quisiera olvidarte
Me es imposible mi bien, mi bien
Tu imagen me persigue
Tuya es mi vida, mi amor también
Me es imposible mi bien, mi bien
Tu imagen me persigue
Tuya es mi vida, mi amor también
Y cuando pensativo
Yo solo estoy,
Deliro con la falsía
Con que ha pagado mi amor, tu amor
Yo solo estoy,
Deliro con la falsía
Con que ha pagado mi amor, tu amor
Si yo pudiera tenerte
A mi lado todo el día
De mis ocultos amores
Paloma te contaría
A mi lado todo el día
De mis ocultos amores
Paloma te contaría
Pero es inútil mi anhelo, jamás, jamás,
Vivo solo para amarte,
Callado y triste,
Llorar, llorar
Vivo solo para amarte,
Callado y triste,
Llorar, llorar
Me has dicho que no
me quieres
pero eso no es un motivo
me privas de tu mirada
mi alma, sin ella no vivo
pero eso no es un motivo
me privas de tu mirada
mi alma, sin ella no vivo
Voy a esconderme a una selva
solo a llorar
pueda ser que en mi destierro
tus ojos negros pueda olvidar
solo a llorar
pueda ser que en mi destierro
tus ojos negros pueda olvidar
En una noche serena
al cielo azul miré, miré
contemplando a las estrellas
a la más bella le pregunté
al cielo azul miré, miré
contemplando a las estrellas
a la más bella le pregunté
Si era ella la que alumbraba
tu amor, mi amor
para pedirle por ella
al Dios piadoso resignación.
tu amor, mi amor
para pedirle por ella
al Dios piadoso resignación.
Fue inscripta en SADAIC en 1958 y unos diez años más tarde
se falló en favor del salteño, hubo una apelación y en definitiva se fueron más
de veinte años hasta el fallo ratificatorio y definitivo
Amigos de Cresseri no confiaban para nada en la labor de recopilación
de Chazarreta y crearon una letra burlona, sin sutilezas, para cantar con la
melodía de la zamba:
Esta zamba fue robada
por don Andrés Chazarreta
al viejo don Artidorio
que duerme bajo la tierra.
por don Andrés Chazarreta
al viejo don Artidorio
que duerme bajo la tierra.
Y es bueno que ustedes sepan
que aquel ladrón
se llevó el broche de oro
cobrándose derechos de autor.
que aquel ladrón
se llevó el broche de oro
cobrándose derechos de autor.
Por los campos tucumanos
llevan preso a un santiagueño
por haberse hallado un caso
antes que pierda el dueño.
llevan preso a un santiagueño
por haberse hallado un caso
antes que pierda el dueño.
Y para justificarse
le dijo al juez,
Señor juez no me condene
yo soy sobrino de don Andrés
le dijo al juez,
Señor juez no me condene
yo soy sobrino de don Andrés
Yo canto de este modo
porque mi'e olvidau la letra
pero lo que no me olvido sí,
es el robo de Chazarreta.
porque mi'e olvidau la letra
pero lo que no me olvido sí,
es el robo de Chazarreta.
Esta zamba es más salteña
que el cigarrillo de Villagrán
y tiene sabor a coca
y a cacharpaya de carnaval.
que el cigarrillo de Villagrán
y tiene sabor a coca
y a cacharpaya de carnaval.
Don Artidorio Creseri. |
Dice Todo Tango:
La historia de los derechos autorales es muy extensa y
muchos datos se podrían agregar, incluso para perfeccionar lo hasta aquí
relatado. Tenemos el ofrecimiento de recorrer hoja por hoja los varios tomos de
expedientes que resultaron de tal porfía. Pero dejamos esto en un segundo plano
para referirnos al impacto que en Buenos Aires produjo la melodía.
Seguramente fue ejecutada en la presentación del conjunto de
don Andrés Chazarreta, en el mes de marzo de 1921, en el teatro Politeama. Pues
en ese mismo año y en el siguiente se producen dos hechos muy significativos.
El primer nombre que surge es el de Adolfo Rosquellas, un
muchacho que gozaba de la buena situación económica de sus padres, que era
músico aficionado y viajero. Compuso el tango "Una pena", grabado por
Gardel y, con anterioridad, había tenido éxito con el tango "Pura clase".
En 1921 da a conocer otro tango: "Cap Polonio".
Este título alude al nombre de un lujoso barco de turismo que, recorriendo los
mares del sur y extendiéndose hasta Brasil por el norte, hacía pasar
distendidas jornadas de ocio a sectores adinerados de nuestra sociedad. Y algunos
buenos ratos, sin dudas, se debían a las actuaciones de la orquesta que
permanecía a bordo y que, en varias ocasiones, fuera dirigida por Francisco
Lomuto, acompañado por músicos que años más tarde tuvieron una destacada
actuación en el tango. Uno de ellos fue Rosquellas, que rememorando momentos
vividos, pese a su juventud, realizó el homenaje. Muy pronto su situación
económica cambia y lo que era una afición se trocó en profesión. Viajó a
Norteamérica y allí fue exitoso, grabó numerosos discos con su orquesta
denominada Don Pancho.
¿Por qué destacamos "Cap Polonio"? En 1922 fue
llevado al disco, con buena repercusión de ventas, por el conjunto de Roberto
Firpo y allí se escucha una primera parte, sin ningún atractivo musical que
suena a modo de introducción, pero en la segunda, sí se destaca la melodía,
sorprendiendo las notas de "La López Pereyra".
No tenemos conocimiento que esta apropiación, aunque
parcial, haya provocado alguna protesta. Es posible que esto no ocurriera por
el hecho de estar en tiempo de tango o bien porque no figuraba como autor
Chazarreta.
En ese mismo año "Cap Polonio" es registrado en
solo de piano por Enrique Delfino, lo cual realza los valores de la
composición, por el alto nivel que como autor ya ostentaba Delfino y porque,
además, él era de dar preferencia a su propia obra.
Es importante destacar que el tango en cuestión había
causado suceso. Tanto es así que Ignacio Corsini le solicita al letrista Juan
Andrés Caruso que le ponga letra y lo graba de inmediato. El resultado fueron
unos versos que nada tuvieron que ver con el barco. Se refieren a las aventuras
palurdas de un tal Julián.
En 1927 la orquesta de Francisco Lomuto lo incorporó a su
discografía. Luego en 1948 lo hizo el trío de Ciriaco Ortiz y en la década del
70 los extravagantes Tuba Tango.
Otra curiosidad es cuando, en 1964, José Canet, realiza su
propia adaptación de la zamba en tiempo de tango y solamente quita el artículo
"la" al título original, por tratarse precisamente de un tango. Así
surge el tango "López Pereyra", que con el acompañamiento de sus
guitarras, es registrado fonográficamente con la letra original por el cantor
Alberto Marino.
Pero el impacto provocado en 1922 no se agota en lo hasta
aquí relatado. Ese año el dúo Gardel-Razzano tiene en su repertorio una tonada
titulada "El sapo y la comadreja". Cuando resuelven llevarla al
disco, se enteran que no es un tema popular y por lo tanto anónimo, sino que
pertenece al reconocido criollista Cristino Tapia. Autor de más de 200 temas y
catorce de ellos llevados más adelante al disco por Carlos Gardel.
Entonces -según acota Orlando del Greco- le preguntaron a
Tapia y éste contestó que no era el autor, que él la escuchó alguna vez y
sólamente le adosó algunos versos para poder cantarla. Asunto resuelto, se hizo
el disco figurando el dúo y el mismo Tapia como autores.
¿A qué viene esta historia? Viene porque la melodía de la
tonada es exactamente igual a la de "La López Pereyra", y más nítida
aún que en "Cap Polonio"; ya que aquí no existe introducción ni
primera parte. Aquí las guitarras hacen una breve entrada y después surgen las
tres historias apenas humorísticas. Luego cada una las guitarras hace un puente
y continúa tal cual la melodía que conocemos. En el año 1940 la grabó Charlo,
que la transforma ligeramente gracias a los matices y fiorituras que incorpora
jugando con su calidad vocal, totalmente presente en este registro.
Por último y volviendo a Artidorio Cresseri, aquellos que lo
defienden de los que han dicho que no era más que otro compilador que se
adelantó a Chazarreta -lo cual es muy posible- han enumerado por lo menos
cuatro títulos de su autoría: Zamba para Palmira, Bailecito de Bolivia
(bailecito), "Al pié del Chañí" (Vals) y "Ofrenda" (vals).
La López Pereyra.
...O quizás un cuchillo o vaya uno a saber de que
desgraciada manera fatal, este compositor bohemio y músico empedernido despenó
a la causante de sus descontrolados celos. Lo indudable es que don Artidorio
Cresseri estuvo enamorado hasta los huesos de la víctima de la demencial
actitud. Y si no ha sido así, cómo pudo recordarla en su forzado encierro de
una manera tal que no recuerdo salteño y muchísimos más que no la cante o la
sepa (mal, regular o bien) y la entone como algo propio y por su cualidad de
innegable himno salteño.
El contexto
metafórico no conlleva ni un dejo de despecho, rabia, indignación o algo muy
oculto o “entre líneas” que deje entrever “algo” de pequeñez o chatura. Todo el
texto es una tristísima elegía de enamoradísimo ser que ante la adversidad irreversible,
derrama su alma en cada verso y como remate ruega “al Dios piadoso
resignación...”
El título de tamaña
zamba no tiene nada que ver con la historia, la leyenda, del cómo, del cuándo y los por qué del
contenido sentimental del poema. El doctor Carlos López Pereyra, abogado,
recibe el agradecido homenaje de Don Artidorio por haberlo “salvado” quizás de
una cadena perpetua por su demencial delito, al conseguir la absolución del
imputado (Don Artidorio) por “emoción violenta”.
“La López Pereyra”,
himno de los salteños y apropiada por innúmeros conocidos e ignotos intépretes,
sigue viva y con muy buena salud en la memoria del pueblo. Ojalá todos los
dramas pasionales dejaran canciones de este calibre.
La zamba creció
sola, no necesitó de promoción alguna. Se “fue” de Salta como el viento, sin
rumbos. Hasta que ocurrió todo lo conocido como “juicio por paternidad autoral”
cuando un tal Don Andrés la halló sin que Don Artidorio la perdiera. Pero, el
argumento de más peso fue el título y las constancias legales desbarrancaron
cualquier fundamento que soño fundamentar el “hallador”.
El Dr. López Pereyra
vivó en la ciudad de Salta en la calle “La Florida” al 484 aproximadamente y se
comprobó su actividad y las circunstancias en las que se constató su activa
participación en el triste hecho que le tocó vivir al pobre Don Artidorio.
Todo lo aquí
expresado tiene más de recopilación versionada generacionalmente y no tiene
ninguna otra intencionalidad que la de hallarle al magnífico texto poético ese
“por qué” fue escrito y cantado.
Sin ningún tipo de
“dardo encubierto” invito a que repasemos su inigual carácter y, porque
no, esa estructura literaria que,
asociada a la fantástica melodía, hacen una obra, diría, insuperable hasta el
presente. Vamos pues a su letra conociendo ya, al menos, una versión más de su historia ¿o leyenda?
Texto pertenece al sitio El Portal de Salta. http://www.portaldesalta.gov.ar/lopezpereira.htm
Dice Wikipedia:
La López Pereyra es un aire de zamba. No es una zamba puesto
que en su estructura la estrofa posee tres compases más (el noveno, el décimo y
el undécimo), y por lo tanto no puede utilizarse en la coreografía tradicional
de la zamba. Popularmente considerada como el himno de Salta. Integra el
repertorio tradicional de la música folclórica de Argentina. Es una de las
obras populares más antiguas de las que se tenga registro musical; su música
fue compuesta en 1901 por el músico salteño Artidorio Cresseri (1862-1950),
mientras que la autoría de su letra ha sido atribuido a varias personas.
Artidorio Cresseri había sido sometido a juicio por el
asesinato de su amante, pero fue absuelto con el argumento de que el autor se
encontraba en estado de «emoción violenta» al hacerlo. En agradecimiento, el
músico dedicó esta canción al juez que lo absolvió, el salteño Carlos López
Pereyra (1875–1929).
La canción fue registrada legalmente por el músico
santiagueño Andrés Chazarreta, gran compilador de música popular del norte
argentino. Luego de la muerte de Cresseri en la indigencia, varios artistas
salteños impulsaron a los descendientes del autor a iniciar un juicio contra
Chazarreta, para que se reconocieran los derechos de Cresseri como autor de la
música. En 1978 la justicia falló a favor de Artidorio Cresseri, reconociéndole
el 50% de los derechos de autor.
El tema también está registrado en SADAIC con los títulos
López Pereyra y Llorar llorar. Inicialmente, la canción fue titulada como
Cafayate y luego como Chilena dedicada al doctor Carlos López Pereyra. También
ha sido conocida como La chayateña.
La música de La López Pereyra es obra de Artidorio Cresseri,
en la primera década del siglo XX, probablemente en 1901.
Tiene la particularidad de no tener estribillo, una
característica de la zamba "antigua"; con posterioridad la zamba se
compondría por regla general con dos partes (primera y segunda), cada una de
ellas con dos estrofas y un estribillo. Los estudiosos también han discutido su
ritmo, definido inicialmente por el autor como una "chilena",
sosteniendo que el mismo es más rápido que una zamba clásica y más cercano a
una cueca.
Generalmente se admite que la letra fue compuesta
posteriormente a la popularización de la música. No existe plena certeza sobre
la autoría de la letra de la canción. Los investigadores coinciden en general
en que la misma es obra de varios autores, pero discrepan al momento de
establecer la autoría de cada uno. Entre los escritores de la letra han sido
mencionados Juan Francia, René Ruiz, Arturo Gambolini, José Gambolini, Carlos
López Pereyra y el propio Artidorio Cresseri.
La mayoría de los estudiosos coinciden en reconocer al
uruguayo Juan Francia como el principal autor de la letra, al menos de las tres
primeras estrofas.
La López Pereyra fue difundida por el santiagueño Andrés
Chazarreta, a partir de la década de 1920. Con posterioridad, los grupos
salteños Los Chalchaleros y Los Fronterizos incluyeron la canción como una de
las principales de su repertorio, ligada a la reivindicación de Cresseri, como
autor de la misma, y en consecuencia de su pertenencia al patrimonio cultural
de Salta.
Fuente de información: Wikipedia.
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